Salves, gagá, palos y congos se escuchan al entrar a la sala de exposiciones temporales de la universidad Apec. A duras penas el visitante reprime las ganas de mover los pies o todo el cuerpo al compás de los pegajosos ritmos. Y repartidos por la sala, sobre mesas o en el piso, se encuentran unos 150 instrumentos de los usados para tocar esas expresiones que ambientan el local.
Casi todas las piezas pertenecen a la colección privada del Edis Sánchez, director nacional de Folklore, una labor de recopilación que le ha tomado más de 20 años y que decidió mostrar en la exposición “Instrumentos musicales tradicionales dominicanos”.
Los objetos están colocados por familias de instrumentos que corresponden a una expresión musical: salve, palos, sarandunga, congos del Espíritu Santo, guloyas y merengue.
A las conocidas figuras de maracas, tamboras, güiras y guitarras les acompañan otras de nombres menos conocidos como el de los tambores mongó, balsié, tambú o catalié; los palitos o clave, el yon, los fututos, el tatú y el lambí. También se muestran instrumentos precolombinos usados por los indígenas (mayohuacan y sarta de conchas) y varios de los materiales utilizados en la fabricación de los instrumentos actuales como el cuero de chivo.
¿Se usan hoy día todos esos instrumentos? Sí, responde Sánchez, salvo algunos de la colección indígena, porque sus tradiciones ya desaparecieron.
En términos tradicionales, sostiene Sánchez, los instrumentos que más se usan son los palos o atabales. “Porque es una expresión que está en todo el territorio nacional y se toca todo el tiempo. Durante todo el año vas a encontrar fiestas de atabales relacionadas a diversos motivos, entre ellos funerales (quizá el más socorrido) o fiestas rituales relacionadas con santos”, explica.
Para tocarlos se usan generalmente tres tambores: el palo mayor, el alcahuete y la chinita, cada uno con su respectiva función, y en algunos lugares los tocan con güira. El nombre de la expresión está tan arraigada en la población, dice Sánchez, que la gente cuando está frente a una fiesta de congos, de gagá o de sarandunga dice “allí hay una fiesta de palos”.
“Por lo general tiene que ver con la extensión de esa manifestación. Sin embargo, no es lo mismo. No se toca con lo mismo ni para lo mismo, porque los congos se tocan para el Espíritu Santo, la sarandunga es para San Juan Bautista y el gagá tiene numerosos luases asociados; la salve fundamentalmente es para la virgen, pero también se le toca salve a muchísimos santos varones”.
Sánchez señala que parte de la confusión que generan los nombres de las expresiones musicales y los pocos conocimientos que tiene el dominicanos con relación a los instrumentos tradicionales tiene que ver con la falta de difusión.
“Desde la Dirección Nacional de Folklore (Dinafolk) estamos apostando al conocimiento y al reconocimiento de lo que nosotros somos musicalmente y tradicionalmente a través de los instrumentos musicales, que son un reservorio importante de cultura y de historia. Si te fijas, los atabales no están construidos todos iguales: hay de cuña, atados y con el cuero clavado, lo que responde a su procedencia en África”.
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UNA TRADICIÓN EN RIESGO
Antropólogo, músico, percusionista y profesor de baile, Edis Sánchez dice que los instrumentos mostrados en la exposición fueron fabricados por artesanos que pertenecen a grupos de expresiones tradicionales.
UNA TRADICIÓN EN RIESGO
Antropólogo, músico, percusionista y profesor de baile, Edis Sánchez dice que los instrumentos mostrados en la exposición fueron fabricados por artesanos que pertenecen a grupos de expresiones tradicionales.
“La mayoría son viejos y eso implica que la tradición de fabricar estos instrumentos está en riesgo. Como Dinafolk queremos hacer un acuerdo con el Centro Nacional de Artesanía (Cenadarte) para dotarles de herramientas de fabricación y continuar la tradición, y también queremos ver si podemos asociarnos a un colectivo de artesanos que produzca los instrumentos y a los que nosotros ayudaríamos a colocar en tiendas”.
Sánchez asegura que se trataría de un proyecto con tratamiento antropológico, de manera que los artesanos no se enfoquen en el negocio y dejen de lado la tradición.
“Instrumentos musicales tradicionales dominicanos” estará abierta hasta el próximo martes 13 de noviembre en Unapec.
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