Por Moisés Estévez--«A la cima no se llega superando a los demás, sino superándote a ti mismo.»
Continuando con el desarrollo del coaching y entendiéndolo como el arte de trabajar con los demás para que obtengan resultados fuera de lo común y mejoren su desempeño. Este se basa en una relación donde el coach asiste en el aprendizaje de nuevas maneras de ser y de hacer, necesarias para generar un cambio paradigmático o cultural.
El concepto de coach puede interpretarse como un “acompañamiento”, “tutela” o “guía”. En definitiva el coach no es más que un profesional “con formación empresarial y conocimientos de técnicas de ayuda que permiten crear un espacio de diálogo entre él y el empresario o directivo, un espacio de reflexión para mejorar”.
Por eso es tan fundamental que el profesional que quiera dedicarse al coach o acompañamiento profesional cuente por una parte con suficiente “bagaje” o experiencia y por otra con un considerable equilibrio personal y emocional. Hasta hace poco predominaban en esta función psicólogos y ahora otros profesionales abren una nueva vía de inserción: “los psicólogos, legítimamente se han convertido en coach y también es legítimo que los gerentes, con años de experiencia, lo hagan”.
El coaching está siendo aplicado cada vez más en empresas y organizaciones de diversa índole. La intervención de un coach profesional, en grupos de trabajo o en trabajo personal con los directivos, está transformándose rápidamente en una ventaja competitiva para las empresas siglo XXI.
Rol del Coaching dentro de la Organización:
Facilita que las personas se adapten a los cambios de manera eficaz y eficiente.
Moviliza los valores centrales y los compromisos del ser humano.
Estimula a las personas hacia la producción de resultados sin precedentes.
Renueva las relaciones y hace eficaz la comunicación en los sistemas humanos.
Predispone a las personas para la colaboración, el trabajo en equipo y la creación de consenso.
Destapa la potencialidad de las personas, permitiéndoles alcanzar objetivos que de otra manera serían considerados como inalcanzables.
En muchas ocasiones no somos conscientes de ciertas cosas que nos limitan, por cual no somos capaces de observar por qué tenemos los mismos problemas en forma recurrente. En empresas en las que trabajamos el tema del cambio, no buscamos sólo mejorar, sino transformar la cultura realmente y cambiar las conversaciones que tiene la gente para que no se queden atrapadas en las historias que hacen que se siga haciendo siempre lo mismo. Es común ver en las organizaciones, que cuando no consiguen el resultado que quieren, arman un “cuento” que justifique no producir los resultados.
El coaching está muy enfocado en los resultados, pero para los coaches lo que realmente importa es la gente, pues son ellos quienes producen los resultados. El poder en una relación de coaching no está en la autoridad del coach, sino en el compromiso y la visión de la gente. Los coaches le dan poder a la gente.
Entonces en la gente se produce un cambio que a la larga genera mejores resultados
miércoles, 17 de diciembre de 2014
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