martes, 23 de diciembre de 2014

¡Es Navidad!

Nurys RivasPor Nurys Rivas--Sería absurdo imaginar un universo donde todos sean felices, eso sería tan bueno como imposible.
    
Qué bonito sería si pudiésemos desear a todos, una feliz Navidad sin que se escondan detrás de esta entrañable frase, vergüenzas ajenas o propias.
   
 Lo cierto es que aunque se diga con una encantadora sonrisa, no siempre se recibe igual, ya que la recepción depende de muchas circunstancias.
   
 Lo ideal sería que cada familia en todos los países del mundo, pudiera, de acuerdo a su cultura, manifestar alegría y satisfacción en este llamado tiempo de paz y esperanza.
    
Sabemos que no es así, la humanidad vive momentos de apuro y aunque hay muchos a quienes les sonríe la fortuna, son muchos más los que no tienen ni siquiera derecho a la comida, alimentación, educación, salud, consideremos si esos núcleos a los que todo falta, pueden sonreír al recibir una felicitación navideña, frase hecha que se dice mecánicamente, sin medir  si es más conveniente hablar del tiempo, del calor o del frío, o si lloverá.
    
Ejemplos sobran para pensar que el mundo va a la deriva, podríamos tomar como tal, a cualquier país de esos para los que las ONGs, anuncian interminables campañas de ayuda porque sus necesidades son infinitas.

Viajemos mentalmente a Haití, el país caribeño vecino nuestro, más dolor y miseria es imposible encontrar en un pueblo desamparado y castigado por la mano del hombre y la naturaleza.
   
Muchos que me lean de seguro estarán pensando que no necesitan salir de nuestra geografía para pensar en personas desamparadas a las cuales la bendita Navidad, les pasa ante sus puertas humildes, algunas cerradas como queriendo esconder sus cuitas, otras abiertas de par en par a la espera de “lo suyo”.
    
Lo más prodigioso de nosotros es que aún sin tener nada, ni una triste flor de pascua, ni mucho menos canastas con golosinas y regalos, sonreímos diciendo “feliz Navidad”, porque si en algo somos millonarios los dominicanos, es en esperanza.
    
Convencida de que son menos los felices que los que viven bajo el peso de dramas y dilemas, es difícil expresar algarabía y casi me siento avergonzada de generalizar diciendo feliz Navidad, a sabiendas de que una inmensa mayoría de seres humanos no la tendrán, peor aún, esta época les pasa inadvertida, bendito olvido que cubre memorias tan desdichadas. 
    
Querida gente, a pesar de todo, el mundo se obstina en celebrar un supuesto nacimiento que ni siquiera ocurrió en esta época, sigamos girando la rueda y permitan que desde mi más real franqueza les desee una feliz Navidad y que el año que casi traspasa el umbral del calendario, sea bueno, que Dios nos ayude a todos. 

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