“He ahí un conspirador impenitente, que ha urdido una trama encaminada a quebrar el ordenamiento institucional de la Nación”. La patética acusación la hizo el presidente Joaquín Balaguer al excomandante del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA), Elías Wessin y Wessin la noche del 30 de junio de 1971, a raíz del golpe de Estado que el militar intentó.
A mediados de ese mes el Jefe de la Policía, general Enrique Pérez y Pérez “invitó” a su despacho a Wessin, quien fue trasladado por tres coroneles y un mayor desde su casa del kilómetro 7½ de la carretera Mella.
Balaguer señalaba a Wessin con el índice derecho mientras divulgaba fragmentos de la alocución grabada con que el militar anunciaría a la sociedad que el gobierno constitucional seria sustituido por un régimen de facto. Wessin, en actitud de reo político, observaba sin inmutarse hacia la figura del gobernante.
El presidente pidió públicamente al subjefe de la FAD, coronel Mario Imbert Mcgregor, que revelara a la Nación lo que el militar supuestamente había oído en casa de su primo, el general Antonio Imbert Barreras, “cuando Wessin había intentado, sin éxito, conseguir su apoyo para el golpe a Balaguer .
Se estableció que el coronel Imbert no estaba preparado para ese comentario y avergonzado por haber sido identificado como informante balbuceó unas palabras, de lo que se pudo colegir que él no sabia nada. Balaguer reaccionó con estas palabras: “eso no es lo que me había reportado el general Lluberes Montás, sobre lo que Imbet Mcgregor había dicho con relación a Wessin”. Semanas después, ya en el exilio, Wessin negó haberse reunido con el héroe del 30 de Mayo y reveló que “la única vez que me reuní con Imbert Barreras fue para trasmitirle mi pesar por la muerte de su esposa y una hija en el accidente de Dominicana de Aviación”
Luego de concluir su intervención Balaguer dió a Wessin la oportunidad de hablar para defender su posición, pero éste guardó silencio. Acto seguido el mandatario puso en manos de los altos jefes militares, que estaban presentes en la transmisión televisada, la suerte del acusado y éstos decidieron deportarlo del país, lo que se materializó cinco días después. El documento donde se oficializó la recomendación de deportación lo firmaban, entre otros, el secretario de las Fuerzas Armadas, mayor general Joaquín Abraham Méndez Lara; el jefe de la Policía, mayor general Enrique Pérez y Pérez; del Ejército, general Braulio Álvarez Sánchez, Marcos Jorge Moreno, Rafael Adriano Valdez Hilario, Anselmo Pilarte Núñez.
La rebelión contra el Gobierno de Balaguer fue divulgada por un sargento del departamento de Operaciones Especiales de la Policía, según revelo el propio Wessin el 5 de julio de 1971, antes de partir al exilio.
El alto militar identificó al delator como el sargento Espaillat, quien había recibido de sus manos la cinta grabada que Balaguer utilizó la noche que divulgó la conspiración. “Espaillat se vendió por unos pesos; era un hombre del que yo tenía absoluta confianza”, expresó.
“Yo entregué la grabación a Espaillat porque era el encargado de difundirla por radio tan pronto comenzara el movimiento en contra del gobierno de Balaguer”, manifestó el exjefe del CEFA, y agregó: “Yo estimé que en cuatro o cinco horas tendría el control absoluto del país
Quienes vieron la comparecencia de Balaguer desde el Palacio Nacional la noche del 30 de junio de 1971 no olvidarán el drama en directo que escenificó el mandatario. El escenario era de por sí cautivador. En una mesa estaba Balaguer, vestido impecablemente de traje oscuro. Sentado a su derecha, el jefe de la Policía, Pérez y Pérez, quien tomó por el brazo derecho a Wessin, en calidad de preso, después de la intervención del Presidente.
En una entrevista que concedió a El Caribe, el 15 de agosto de 1978, un día antes de traspasar el poder a don Antonio Guzmán, Balaguer afirmó que el complot que encabezó Wessin constituyó “la única crisis de importancia a que tuvo que hacer frente el gobierno de los últimos 12 años” Dijo que ese complot contó con el apoyo de lo que califico como “sectores minoritarios de las Fuerzas Armadas”
Juan Bosch
El profesor Juan Bosch, a la sazón presiente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), calificó de “espectáculo absolutamente penoso” la comparecencia de Balaguer para acusar a Wessin de conspirador.
Trayectoria
El 29 de julio de 1975 Balaguer otorgó al exjefe del CEFA una pensión de 800 pesos mensuales en su condicion de general retirado y el 27 de noviembre de 1986 lo designó secretario de Interior y Policía en sustitución de Juan Demóstenes Cotes Morales. Mediante decreto 191/88 fue reintegrado al Ejército y designado secretario de las Fuerzas Armadas, con rango de teniente general en lugar del general Imbert Barreras. El 10 de junio de 1991 fue sustituido por el general Héctor García Tejada y dejado sin funciones.
EL DATO
Las Fechas
Pensión: El 29 de julio de 1975 Balaguer le otorga una pensión de 800 pesos mensual.
Funcionario: el 27 de noviembre de 1986 lo designó secretario de Interior y Policía.
Jefe FFAA: Mediante Decreto 191/88 fue reintegrado al Ejército Nacional y designado secretario de las Fuerzas Armadas.
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