Don Miguel de Unamuno, el filósofo bilbaíno decía: “La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”.
Las bajas pasiones ciegan, resulta fácil a muchos, juzgar en otros lo maléfico que ellos mismos hicieron.
Son generalmente unos cobardes, incapaces de valorar en un rival cualidades positivas, aunque interiormente le admiren tanto, que ante la incapacidad de igualarle, respondan con envidia.
Más de un expresidente con o sin razón, ha sido acusado de desfalcar las arcas públicas, pasado el escándalo, muchos resurgen a la vida pública y hasta son elegidos nuevamente.
La campaña de descrédito contra un ex presidente, es hasta cierto punto razonable, tomando en cuenta que la parte de la población insatisfecha con una gestión, casi siempre es usada como conejillo de indias por expertos en crear campañas detractoras.
El caso de Leonel Fernández es diferente, en esa persecución hay una saña especial que revela lo imperdonable que resulta el esplendor con que lo han revestido internacionalmente. Es innegable que este hombre de clase humilde, ha llegado a rozar las más altas esferas políticas.
Y esto señores, es inaceptable, sabe a chicharrones sin sal la gloria de este dominicano que ha alcanzado la cima de la popularidad no solo en su tierra, sino fuera de la geografía dominicana y eso duele a muchos.
Leonel es invitado a cónclaves, a formar parte de grandes y dignas instituciones, ha sido premiado por su obra de gobierno y todas estas circunstancias despiertan una envidiaaaa!
Diversas circunstancias pueden mover a este descrédito promovido con encono, no me detendré a presentar hipótesis de las que no estoy segura, menos aun pretendo promover la beatificación de Leonel Fernández que como humano, indudablemente habrá errado más de una vez.
La idea es, obviando la supuesta corrupción y la campaña de censura, reconocer por ejemplo, la importancia de FUNGLODE, la institución cuya fundación tanto se ha criticado, posiblemente quienes lo hacen, ignoran la cantidad de jóvenes dominicanos que se forman allí en numerosas áreas del saber, sobre todo en televisión y cine, dos renglones cuyo estudio, no era habitual en aulas dominicanas.
El cine ha adquirido valor con la creación del Festival de Cine Global Dominicano, por medio del cual cada año, se realiza un evento del que ya se habla muy bien fuera del país, en el mismo contexto podría hablarse de otras ciencias como la Política y seminarios y talleres que antes debían hacerse fuera del país.
Con la misión de ser un centro pluralista, de investigación, excelencia académica y creatividad, de donde surjan opciones de políticas públicas, que fortalezcan la democracia, la Fundación Global, es mucho más.
FUNGLODE es solo una de las “cosas” que probablemente son buenas digo yo, hay muchas más, se las dejo de tarea.
Estas son solo parte de las cosas de Leonel, ¿Ruge o no ruge?
Emulando a un viejo programa de la televisión dominicana, “sea usted el jurado.”
Las bajas pasiones ciegan, resulta fácil a muchos, juzgar en otros lo maléfico que ellos mismos hicieron.
Son generalmente unos cobardes, incapaces de valorar en un rival cualidades positivas, aunque interiormente le admiren tanto, que ante la incapacidad de igualarle, respondan con envidia.
Más de un expresidente con o sin razón, ha sido acusado de desfalcar las arcas públicas, pasado el escándalo, muchos resurgen a la vida pública y hasta son elegidos nuevamente.
La campaña de descrédito contra un ex presidente, es hasta cierto punto razonable, tomando en cuenta que la parte de la población insatisfecha con una gestión, casi siempre es usada como conejillo de indias por expertos en crear campañas detractoras.
El caso de Leonel Fernández es diferente, en esa persecución hay una saña especial que revela lo imperdonable que resulta el esplendor con que lo han revestido internacionalmente. Es innegable que este hombre de clase humilde, ha llegado a rozar las más altas esferas políticas.
Y esto señores, es inaceptable, sabe a chicharrones sin sal la gloria de este dominicano que ha alcanzado la cima de la popularidad no solo en su tierra, sino fuera de la geografía dominicana y eso duele a muchos.
Leonel es invitado a cónclaves, a formar parte de grandes y dignas instituciones, ha sido premiado por su obra de gobierno y todas estas circunstancias despiertan una envidiaaaa!
Diversas circunstancias pueden mover a este descrédito promovido con encono, no me detendré a presentar hipótesis de las que no estoy segura, menos aun pretendo promover la beatificación de Leonel Fernández que como humano, indudablemente habrá errado más de una vez.
La idea es, obviando la supuesta corrupción y la campaña de censura, reconocer por ejemplo, la importancia de FUNGLODE, la institución cuya fundación tanto se ha criticado, posiblemente quienes lo hacen, ignoran la cantidad de jóvenes dominicanos que se forman allí en numerosas áreas del saber, sobre todo en televisión y cine, dos renglones cuyo estudio, no era habitual en aulas dominicanas.
El cine ha adquirido valor con la creación del Festival de Cine Global Dominicano, por medio del cual cada año, se realiza un evento del que ya se habla muy bien fuera del país, en el mismo contexto podría hablarse de otras ciencias como la Política y seminarios y talleres que antes debían hacerse fuera del país.
Con la misión de ser un centro pluralista, de investigación, excelencia académica y creatividad, de donde surjan opciones de políticas públicas, que fortalezcan la democracia, la Fundación Global, es mucho más.
FUNGLODE es solo una de las “cosas” que probablemente son buenas digo yo, hay muchas más, se las dejo de tarea.
Estas son solo parte de las cosas de Leonel, ¿Ruge o no ruge?
Emulando a un viejo programa de la televisión dominicana, “sea usted el jurado.”
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