Francisco personaje del año

La prestigiosa revista norteamericana Time ha considerado que el Papa Francisco es la figura más sobresaliente a nivel mundial del año 2013. Sus editores consideraron que el Papa tuvo el mayor impacto al propiciar un cambio significativo en la “percepción y enfoque de una de las instituciones más grandes del mundo”. Esa valoración, ciertamente corresponde a las nuevas actitudes y directrices que Francisco le está imprimiendo a la Iglesia Católica en aspectos tan sensibles como el manejo de las finanzas, la composición de la cúpula gerencial, las sanciones frente a desviaciones como la pedofilia y muy especialmente en la redefinición del rol evangelizador de la curia católica.
    
Se trata de una verdadera revolución de la fe cristiana contenida en el documento “La Alegría del Evangelio” que trata de acercar más a la Iglesia al mensaje del evangelio para hacer más auténtico el espíritu cristiano en toda la comunidad católica en el mundo. Esos aires de cambios en la Iglesia también se perciben en nuestro país con las acciones disciplinarias tomadas contra el ex Nuncio polaco y otros curas pedófilos y con la designación de un nuevo nuncio de origen africano que goza de toda la confianza del Papa Francisco y que ha venido al país en circunstancias muy especiales, caracterizadas por un problema migratorio que enturbia las relaciones entre Haití y nuestro país, y  que ha hecho emerger mentalidades radicalizadas sobre la base del racismo y el nacionalismo excluyente.
    
En nuestro país, como en la mayoría de los países azotados por el materialismo que brota del sistema económico orientado por la ideología neoliberal que fetichiza el mercado y el dinero, al tiempo de enfatizar la competencia y los negocios como única estrategia de salvación, el mundo de los valores y de los derechos humanos se ha visto azotado por el consumismo, haciendo que dichos valores pasen a un plano imperceptible o inexistente, situación que constituye un desafío para instituciones humanas que como la Iglesia tiene su razón y misión, precisamente, en el plano de los valores espirituales consignados, primero, en la tabla de Moisés y sus diez mandamientos y, posteriormente, en el mensaje contenido en los evangelios que recogen las directrices de Jesús. 
    
Ese desafío es el motivador de las nuevas orientaciones que le trata de imprimir el Papa Francisco a la Iglesia, orientaciones las cuales, en nuestro caso, harán que la Iglesia juegue  un rol crucial en la reorientación espiritual de su feligresía y en el mundo de los valores que han de servir de guías para una población desvalorizada por el materialismo intrascendente del dinero. 
¡Levantemos el ánimo frente a esa perspectiva de cambio  que nos trae el “personaje del año”!