miércoles, 11 de diciembre de 2013

Dominio del PLD

La división que caracteriza a los partidos mayoritarios de la oposición es una condición que le asegura al PLD una dominación no sólo monopólica y hegemónica dentro del  sistema político nacional, sino que le augura una dominación de muy largo plazo, como lo ha vaticinado Leonel Fernández. El PLD se ha hecho, así, un partido cuya gran fortaleza convierte al régimen político en uno de alta asimetría y de  partido único. Esa es la gran amenaza que pende sobre la democracia dominicana, la cual, en ese aspecto, ha retrocedido como ya lo comienzan a reconocer los pensadores políticos locales como los internacionales.
   
Esa conversión del PLD como partido único es consecuencia de su genialidad, basada en su conocimiento teórico sobre el Estado y en una práctica política coherente con esa teoría que le permitió lograr los dos resultados materiales sobre los cuales se ha construido su dominación totalizadora. Esos dos resultados son: la conversión en clase económica dominante de su cúpula partidaria; y llegar a tener el control de todas las fuentes institucionales del poder estatal. Esas dos condiciones materiales le han permitido al PLD convertirse en la fuerza partidaria responsable absoluta de la coordinación del proceso de toma de decisiones políticas, disponiendo para ello del control del Ejecutivo, del Legislativo y del Judicial, incluyendo las altas cortes y los órganos de control electoral, situación complementada con la mayor influencia y uso del poder mediático, todo lo cual le ha facilitado no sólo “blindarse” frente a los ataques provenientes de los reductos de resistencia, sino además mantener a rayas a la oposición, la cual  luce cada vez más debilitada a medida que se consolida  la división interna y su consecuente desorientación.  
   
Pero esa dominación del PLD se ha hecho socialmente más amplia al dominar los gremios profesionales, donde ha quedado en evidencia el señalamiento axiomático de que la división de la oposición es la condición determinante del éxito político del PLD. En efecto las elecciones de autoridades dentro del Colegio de Abogados y en el Colegio Médico, han demostrado que la división del PRD con dos o más planchas en esos procesos eleccionarios, ha sido la causa eficiente  de la derrota de los representantes divididos del PRD y del triunfo de las planchas unitarias representativas del PLD pese a su minoría. Esos resultados ya se vieron en las elecciones nacionales del 2012 y con toda seguridad se repetirán en el 2016, de mantenerse la presente situación.

Dialéctica totalitaria 

La vocación totalitaria y monopólica del PLD, consecuencia inevitable de su dialéctica de dominación, seguirá acentuándose y manifestándose en variados ámbitos y procesos sociales conflictivos, tal como se ha visto en la controversia irracionalizada por la emotividad  protagonizada por los “patriotas” y los “traidores” y que se origina por la sentencia del TC. La lógica de esas controversias, presentes y por venir, tienen como razón de ser la acumulación y maximización del poder que aseguren la continuidad a lo infinito de la dominación del partido único. Esa finalidad, en consecuencia, va mucho más allá del puro juego político electoral y clientelar, que es el juego de la oposición para desgracia de la democracia.

Y eso es lo que tienen que entender los que dicen defender la democracia.

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