SANTIAGO. En momento que el país es estremecido por la delincuencia, la violencia, la criminalidad, el narcotráfico y otros flagelos sociales propios de la degeneración, unidos al grave desempleo en la juventud, Ramón Pérez (don Tuto) ha permanecido en un mismo oficio por décadas, mientras levantaba una generación de profesionales y modelo de familia, apegado a su oficio de poca monta.
Con 94 años, a don Tuto no le pesa el trabajo, es una diferencia con relaciòn a muchos jóvenes a quines hay que hay que rogarles para que realicen un oficio o se integren a una labor para ganarse el sustento propio o de su familia.
Contrario a éstos, el ruego de la familia y de muchos es que algunos se tomen un descanso en la actividad en que llevan mucho tiempo, como en el caso de Tuto, quien a su edad aún ejerce de forma humilde el oficio de limpiabotas en el parque Duarte de esta ciudad.
Allí, sentado en una banqueta que da justo a la Gobernación Provincial, dice que ha visto a gobernadores y presidentes ir y venir, mientras que “yo continúo por la gracia de Dios en el mismo lugar y con el ánimo y la fuerza para seguir trabajando”. Pero también ha visto como muchos mueren en busca de “la vida fácil”, sin importales la familia.
Sus Inicios
“Empecé a limpiar zapatos desde que tenía 20 años, tengo ya 74 años aquí en el parque haciendo este trabajo con el que he podido echar adelante a mi familia”.
Así lo contó Tuto quien tiene 5 hijos entre ellos “tres que son profesoras y a quienes pude pagarles sus estudios gracias a mi trabajo como limpiabotas”.
Sin lugar a dudas, el caso de este anciano es muy peculiar tanto que se ha convertido en un personaje muy conocido dentro del parque donde sólo basta preguntar por el señor que limpia botas y “sí, claro, quién no conoce a Tuto aquí”, es la expresión que de inmediato sale a relucir.
Allí, entre adolescentes y niños lustrabotas, se encuentra el anciano que a sus 94 años representa esa generación de los que realizaban el oficio para sobrevivir y con la responsabilidad sobre sus hombros de obtener el sustento mediante el trabajo.
Don Tuto, a pesar de su avanzada edad, no piensa retirarse del oficio.
“Mis hijos me dicen que ya deje de trabajar y que descanse, pero aquí en este parque he dejado muchos años de mi vida, aquí se encuentra parte de mi historia”.
Agrega Tuto, que “ el solo hecho de pensar en pensionarse” le trae nostalgia. “Yo vivo de mi gente… tengo mi clientela fija que viene y me busca, me gusta trabajar y estar aquí en el parque”, afirma con satisfacción.
Tuto, que bien podría ser el abuelo de los adolescentes que limpian zapatos en el Parque Duarte, fue de los primeros en ejercer el oficio aquí según lo contó José Fernández, quien dijo haber seguido muy de cerca la historia del anciano de 94 años, del que afirma “empezó a limpiar zapatos cuando en esta ciudad solo había dos o tres más que lo hacían”.
Una de mis favoritas persona mi abuelito Dios te bendiga donde kiera k estés papá tuto
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