Hay que buscar fórmulas

Por Héctor Páez.--Si hay algo muy complejo de desaparecer es la delincuencia en sus diferentes modalidades. En su existencia y proliferación se juntan una serie de situaciones en que incluso deben de intervenir de manera integral la familia, la escuela, las iglesias y una serie interminable de organizaciones e instituciones.
    
 Hoy más que nunca es que tenemos que unir todas las fuerzas necesarias desde todos los ángulos, calles y avenidas, barrios urbanizaciones y cualquier núcleo de personas que no teman y quieran presentarle un buen futuro a sus hijos. Utilizar mejores controles en las escuelas y colegios, supervisar a los jóvenes y niños en el aspecto conductual, el por qué de una manera progresiva o inmediata, cambia sus formas de ser y hacer (los hijos).
     
Busquemos un acercamiento con las autoridades policiales y judiciales, claro sabemos  de qué cojean nuestros policías, pero todavía no se ha terminado de podrir, hay gente que quiere cambio para bien. Busquemos que organizarnos como pueblo, en cada barrio o sede de viviendas, sabemos quiénes son los maleantes, vamos acorralándolos, a través de juntas de vecinos, clubes y organizaciones barriales, porque todos nos conocemos en un barrio o sabemos dónde están los mafiosos delincuentes. No encubramos a nadie porque después no podremos con ellos. Ni busquemos el pretexto aquel de “Este muchacho se me escapó de las manos” que sólo da por resultado ser ridículo porque nunca lo tuvo en la mano, porque estaba bebiendo o botando el golpe, tanto papá y mamá.
     
Necesitamos de todo, estamos escasos de servicios públicos, tenemos dificultades económicas y de instrucción de muchachos y queremos endilgar responsabilidades a otros sin ver en nuestros ojos la paja que es el descuido de la familia, que no lo propician los niños ni jóvenes, los propiciamos nosotros  que no podemos responder auto preguntas.
     
El Gobierno, si tiene ganas políticas los poderes del estado podrían propiciar educación, dar trabajo al joven buscando una efectiva creación de puestos de trabajo con inversiones nacionales y extranjeras, aquí hace mucha falta y sobra terreno, así como inversionistas que buscan garantías jurídicas.
    
 Las religiones deben de preocuparse más por lo social mediante una serie de cosas como charlas dedicadas a buscar la minimización del delito y tener controles específicos para ello. En fin creo que si queremos podemos arreglar en algo lo que nos está pasando, pero tenemos que unirnos como pueblo e integrarnos con las autoridades, juntos podemos controlarnos mejor. Pero hoy más que nunca necesitamos la unión que hace la fuerza, pero de todos.