Ultimo adiós a Yaqui

El pueblo ha sentido la partida de Yaqui Núñez del Risco, dominicano que dedicó gran parte de su fructífera vida a la comunicación y al entretenimiento, haciendo uso de su brillante dominio de la palabra comunicable, por lo cual se ganó la admiración y reconocimiento de la Comunidad Nacional, que lo bautizó como el Maestro de la Palabra entre los comunicadores más sobresalientes que haya tenido el país.
    
La muerte de un ser querido siempre causa dolor y tristeza, pero esos sentimientos trascienden al plano colectivo cuando además la persona que muere deja una hoja de vida caracterizada por sus aportes y servicios brindados a sus congéneres con sentido altruista para enriquecer el Bien Común de todos. Es el caso de Yaqui Núñez, quien no sólo se destacó por sus cualidades profesionales, sino que las proyectó como buen maestro en favor de sus relacionados para ayudarles en su desarrollo personal y profesional. Por eso su legado es sentido y valorado como una buena referencia de vida.   

Pero en sus aportes y en su trayectoria, que alcanzaron el mayor nivel del estrellato, se vislumbra la presencia de una genuina dominicanidad, de la dominicanidad buena, creativa, inteligente, alegre y de fina sociabilidad, como si fuera consciente de que la vida es para vivirla en conjunción con las demás. Yaqui y Freddy y los artistas que les rodearon, llenaron toda una época de esa buena dominicanidad que siempre ha aspirado a un país civilizado, más educado, de mayores oportunidades y con mayor justicia social. Por eso trasciende la labor cumplida por Yaqui en “un país muy especial” como el nuestro.    
    
Por esas razones entristece su partida porque deja un vacío en “la cultura con sabrosura”, pero al mismo tiempo eleva el sentimiento de la admiración por lo hecho y lo vivido. La INFORMACIONexpresa su pesar a sus familiares y a todos los que han sentido su partida.
¡Paz a su alma!