“El apresurado ritmo elegido por los seres humanos para ‘vivir’ la era moderna está dejando poco espacio para ejercer la sensatez y sus sinónimos: prudencia, moderación, cautela, cordura, mesura y juicio.
En el día a día, observamos con frecuencia la falta de reflexión, ya sea en lo que se piensa, se siente, se dice y se hace… y vamos construyendo una vida imprudentemente, incrementando de esta manera el riesgo al fracaso, las lamentaciones y al drama”.
En estos escrito se nos recuerda que una buena vida es siempre asunto de moderación, donde se precisa del equilibrio, de prestar atención y de reflexionar, ya que en una persona que obra de ese modo se valoran más sus decisiones y opiniones.
Es bueno tener presente que la sensatez fortalece la agudeza, la creatividad, y permite tener mayores logros con menores contingencias. Ponderación, cordura, precaución, reflexión… en fin, sensatez para vivir… producen sorprendentes beneficios en nuestra existencia. No se logran de la noche a la mañana… requieren sacrificios y persistencia.
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