Educación y las Pymes

Las pymes que participaron en el concurso de Educación para la fabricación de las butacas escolares y que fueron favorecidas por una sentencia que le reconoció sus derechos adquiridos, se quejan de que el Ministerio de Educación se niega a cumplir con dicha sentencia que le reconoció el derecho de fabricar unas 217 mil butacas solicitadas por Educación en el indicado concurso. Se ha sostenido que la negativa del Ministerio tiene como causa su decisión de seguir favoreciendo a los grandes fabricantes de butacas escolares en contra de los pequeños empresarios, los cuales hicieron grandes inversiones para llenar las condiciones que les hicieron merecedores de la adjudicación de las butacas a fabricar.    
    
La situación no deja de tener serias implicaciones y significaciones: Primero, la situación contradice la estrategia del propio Gobierno en el sentido de que se está perjudi­cando al sector de las pequeñas y medianas empresas, que el propio gobierno dice defender y apoyar en su estrategia de modificar el modelo económico; y segundo, esa desorientación en vez de fomentar un desarrollo económico democrático, más bien fortalece las tendencias a la concentración y oligarquización de la actividad económica.  
    
Se trata de tendencias que a su vez contribuyen a profundizar la desigualdad social y la concentración de la riqueza, tendencias propiciadas por la economía neoliberal instaurada en el país a partir de los años noventas. Esas tendencias negativas se refuerzan con una economía que se ha basado históricamente en la política que auspicia simultáneamente bajos salarios y la maximización de las ganancias, criterios que han estimulado la expansión del flagelo de la corrupción económica y moral, acentuada por el “capitalismo salvaje” que caracteriza la actual fase de desarrollo de la economía del país.   
    
En consecuencia, el Gobierno no sólo debe hacer cumplir con la sentencia que favoreció a las decenas de pequeños empresarios del mueble que se ganaron el concurso para la fabricación de las butacas escolares, sino que el caso debe servir de ejemplo de una incoherencia filosófica que atenta con la ideología que trata de vender la idea de una gestión pública a favor de los productores nacionales con énfasis en los medianos, pequeños y micros empresarios.
¡Qué se respete a las pymes y la coherencia del Gobierno!