s谩bado, 8 de diciembre de 2012

DE LA IMAGEN A LA EXPERIENCIA: UNA CONSTRUCCI脫N COMUNICATIVA



Dos conceptos fundamentales como el de imagen de empresa y el de experiencia se presentan relevantes para los expertos de marketing en estos tiempos.
Estos dos conceptos se trabajan por separado. Sin embargo no pueden considerarse como terminales de red, sino que entre ambos establecen vinculaciones donde se producen m煤ltiples sentidos. La imagen que proyecta la empresa y la experiencia que busca el cliente se entrelazan produciendo nuevos sentidos.
Propongo a trav茅s de esta ponencia analizar las vinculaciones simb贸licas que se dan entre ambos y que ayudar谩n a disminuir los riesgos percibidos por el cliente a la hora de contratar un servicio.
Una de las principales causas de p茅rdidas en las ventas de los servicios se dan por la desconfianza que tienen los clientes respecto de la promesa por la que abonan anticipadamente. La empresa, por lo general, ofrece un servicio con determinado nivel de calidad, pero qu茅 sucede con el cliente que termina comprando su boleto o se abona a la competencia cuando ambos ofrecimientos son similares o iguales.
¿Cu谩l fue la experiencia que tra铆a el cliente antes de la consulta y en qu茅 se transform贸 despu茅s de la informaci贸n que le brindaron en la empresa?.
Un cruce entre la imagen de empresa y la experiencia que buscaba realizar el cliente se construyen en el intercambio de informaci贸n entre prestador y usuario. Ese instante 煤nico y lamentablemente irrepetible entre la oferta y la demanda muchas veces se asoci贸 a las t茅cnicas de venta y en particular al cierre de la negociaci贸n.
Imagen y experiencia
La imagen de la empresa es al decir de Joan Costa la representaci贸n mental, en el imaginario colectivo, de un conjunto de atributos y valores que funcionan como un estereotipo y determinan la conducta y opiniones de esta colectividad.

Esta imagen que los p煤blicos se forman de la empresa es una construcci贸n que surge de acciones que se emprenden desde el interior de la organizaci贸n y que la comunidad percibe m谩s all谩 de las intencionalidades manifiestas que la originaron.
Cuando digo las acciones me refiero a las im谩genes y mensajes que la empresa deliberadamente proyecta a sus p煤blicos con el af谩n de construir el eikon (la imagen visual).
Sin embargo los p煤blicos, a la par perciben otras se帽ales, algunas planificadas, otras espont谩neas, refinadas, vulgares, sinceras y ficticias que muestran el hacer cotidiano y ponen al desnudo a la organizaci贸n. Estas se帽ales conforman el imago, la representaci贸n mental, la imagen que proyecta la empresa misma sobre sus p煤blicos.
Es importante hacer la salvedad que las empresas se exponen a p煤blicos en general, a la comunidad de su influencia sin que esto signifique que quienes la observan adquieran o deseen sus servicios, tal vez lo desconozcan, tal vez no aflor贸 la necesidad, o usan otras marcas, o otros servicios sustitutos.
Estas im谩genes de empresa no son 煤nicas, ni nuevas, no caen en una mente vac铆a ni en p煤blicos repantigados y ansiosos por recibirlas. Recaen sobre personas propias de estas sociedades: complejas, dispersas, fractales, cr铆ticas, confusas, comprometidas, agotadas, (pueden seguir ustedes definiendo al hombre de estos tiempos).
Es decir, la imagen de empresa no depende s贸lo de aquello que la organizaci贸n quiere mostrar sino tambi茅n de "lo otro" que el p煤blico quiere captar, apropiarse, interpretar, transformar. Sobre estas interpretaciones influyen razones ideol贸gicas, raciales, culturales, hist贸ricas, etc.
La planificaci贸n minuciosa de las actividades estrat茅gicas y funcionales de la empresa (relacionadas al marketing tradicional) sumadas a la comunicaci贸n interna (el marketing interactivo o relacional) hacen que el cliente se apropie de una sumatoria de atributos que constituyen la imagen de empresa, esa representaci贸n mental de la que habla Costa.

En marketing se habla hoy de la b煤squeda de experiencias por parte del consumidor. Las experiencias son las sensaciones integrales que se esperan como satisfactores de las necesidades. El deseo entendido como la manifestaci贸n concreta de la necesidad se presenta ahora m谩s sin茅rgico, alejado de la simple soluci贸n del problema, y plagado de sentidos, m谩s complejo y profundo, propio de la adrenalina con que vivimos y de la velocidad con que devoramos la vida. La satisfacci贸n se encuentra en probar, ensayar, explorar, vivir, experimentar. De ah铆 la necesidad de encontrar representaciones, reminiscencias, im谩genes t谩ctiles capaces de satisfacer integralmente las carencias.

El cliente tiene una esbozo mental de la experiencia deseada, una idea inconclusa que precisa definir con informaci贸n. La pel铆cula mental que prueba como un talle de la necesidad que tiene que satisfacer.
Para graficarlo debemos pensar que en la representaci贸n previa a la b煤squeda de informaci贸n hay elementos que no deben faltar, otros que quisi茅ramos encontrar, otros que no importan demasiado y otros que podemos negociar: el cliente dice Brasil pero imagina el color del arena, la temperatura de la brisa, el agua ideal, las frutas en su punto justo de maduraci贸n o la noche sin l铆mites, la aventura, el bronceado, el comentario de los amigos...
Entre ese mundo simb贸lico (de lujuria, pasi贸n, calma, prestigio, reconocimiento, etc) que se forma en las personas y el mundo funcional de la informaci贸n sobre el nombre del hotel, las comidas y lo incluido en la tarifa hay una distancia muy grande.
Ustedes podr谩n decir que no todos los p煤blicos son iguales, es cierto, pero cada "target", en la medida de sus posibilidades construye su imagen de empresa y su idea de experiencia: m谩s ricas, m谩s pobres, m谩s exigentes, menos tolerantes, m谩s laxas, pero v铆nculo al fin entre la empresa y los p煤blicos.
El puente entre la imagen y la experiencia es el que debemos aprender a trazar. Si en la empresa se planifican estrat茅gicamente e interactivamente estos v铆nculos simb贸licos logramos que disminuyan el riesgo percibido sobre el servicio, la disonancia cognoscitiva, o la distancia innegociable entre oferta y demanda, principal fuente de p茅rdidas de ventas para el sector servicios.
Las ganancias provienen de la percepci贸n del cliente
Todo cliente que ingresa a una empresa sabe que tiene el poder en su mirada. Es un estratega perfecto que escuchar谩 silencioso y en muchos casos no opondr谩 elementos a la oferta que se le haga. Parece cautivado por la informaci贸n, seducido por la propuesta, embelesado por la pulcritud de su interlocutor, pero tal vez se retire sin firmar el contrato. Simplemente dud贸: no le gust贸 la respuesta telef贸nica que le daban a un cliente que se quejaba por... no pudo escuchar bien, pero fue suficiente.

La mirada devastadora del cliente recorrer谩 los cuadros, los afiches, el orden, la limpieza, los gestos, los movimientos, las personas que entran y salen de la oficina de personal, las demoras, las respuestas imprecisas, los cuchicheos internos, las charlas telef贸nicas entre la recepcionista y su amiga, el trato que reciben otros clientes, la falta de paciencia con aquellos que ya preguntaron varias veces lo mismo, los comentarios de la vendedora a la cajera sobre la discusi贸n matinal con el jefe, los reclamos que se filtraron por casualidad de un proveedor respecto de un cheque para..., las intimidaciones del chofer que no abrir谩 la puerta del colectivo si no le reconocen los gastos del d铆a adicional del viaje a...
Peque帽os detalles no considerados pueden ser percibidos por el cliente e incidir en la decisi贸n final y hacer fracasar el negocio.
La cultura organizacional pone en evidencia el accionar cotidiano, manifiestan el modo de hacer de una empresa. En las rutinas de trabajo se filtra la confianza y se muestran los desgastes de las relaciones, el trabajo atrasado, la presi贸n por lograr ventas y la falta de planificaci贸n de las actividades y estos son puntos neur谩lgicos que pueden ahuyentar a los poderosos y desconfiados clientes.
Las dimensiones del cliente
Las expectativas del cliente (valor medido desde la perspectiva del cliente)

C贸mo saber qu茅 espera el cliente. C贸mo interpretar y conquistar ese deseo tantas veces informe que plantean los clientes. Qu茅 ideas trae, cu谩l es el nivel de satisfacci贸n que espera, c贸mo relaciona precio y calidad, calidad y servicio, servicio y promesa.
C贸mo queda armado ese paquete satisfactor que se lleva en la mente. Una buena atenci贸n, cantidad de informaci贸n, precio, financiaci贸n, estrellas, marcas, estilos... Se est谩 llevando lo que buscaba. ¿c贸mo saberlo?
Un equilibrio dif铆cil de lograr, un hilo muy d茅bil que se corta en un instante... La habilidad de descubrir los sentidos ocultos en el discurso breve del cliente es una competencia que vale la pena desarrollar en el personal de contacto, porque las empresas de servicios obtienen sus ganancias sobre la demanda efectiva.
Reconocer las caracter铆sticas de los clientes, los gustos, el conocimiento que traen, la cantidad de informaci贸n que buscan (el nivel de saturaci贸n informativa), la sensibilidad que tienen permite saber cu谩les son sus expectativas.
El personal de contacto que sabe reconocer y trabajar sobre estas cualidades simb贸licas debe construirse en la empresa, cuidarse, a帽ejarse, no dejarlo reposar. Un buen relacionista, un vendedor, un coordinador, deben capacitarse en la empresa, son la cara visible de la organizaci贸n y la organizaci贸n misma para el cliente. Los recursos humanos son el principal capital de los servicios
La construcci贸n de la experiencia (incluye un plus que justifique su inversi贸n)
Pocas veces el cliente construye una imagen acabada de la experiencia que espera. Siempre deja espacio para sorprenderse, y encontrar que puede satisfacer su necesidad por encima de sus exigencias. Este es el sentido de la gratificaci贸n.
Quiere m谩s de lo esperado, un plus. Espera sentir que la empresa pens贸 en 茅l, que su pago es altamente recompensado.
El cliente modela su idea de experiencia con la informaci贸n que le brinda la empresa. Y la compara con lo que pudo vivenciar despu茅s de recibido el servicio.
¿Qu茅 significa esto? Que si la informaci贸n que le dieron sobre el servicio est谩 sobredimensionada para captar al cliente, la experiencia ser谩 negativa. Si en cambio la informaci贸n se acerca al nivel simb贸lico que pretende el cliente, cualquier plus en ese sentido ser谩 valorado.
Debemos recordar que el cliente le da al servicio un sentido de utilidad como satisfactor de la necesidad y que de acuerdo con sus caracter铆sticas personales, culturales, econ贸micas y sociales habr谩 aspectos a los que les atribuya mayor o menor valor.
Los aspectos no valorados por el cliente son puntos en contra sobre la oferta y no ser谩n evaluados en la decisi贸n de compra. Un turista dispuesto a pagar por una experiencia gastron贸mica o recreativa -por ejemplo-, probablemente no valore los aspectos culturales del encuentro (visitas a museos, monumentos hist贸ricos, gu铆as especializados, etc.). En tal sentido valorar谩 -de acuerdo a sus experiencias anteriores y su capacidad interpretativa- la calidad de lo recibido y vivenciado sobre la experiencia que buscaba.
El papel de la comunicaci贸n interna
Las empresas est谩n emplazadas en una estructura vertical -en la mayor铆a de los casos- y horizontal en otros. A trav茅s de directivas o por consenso la organizaci贸n toma decisiones para su funcionamiento de. En estos lineamientos de acci贸n se ubica la comunicaci贸n interna (integrada a la planificaci贸n general), es la estructura general sobre la que se dinamiza el accionar de la empresa. Tiene un sentido constructivo y proyectivo hacia el exterior (los clientes).

La comunicaci贸n interna tiene como objetivo conferir a las decisiones: significaci贸n, informaci贸n, valores, difusi贸n y destino preciso. Toda decisi贸n debe conllevar una comunicaci贸n rectora que le de fuerza de acci贸n, que la adapte a su destinatario, que convoque y organice los soportes t茅cnicos necesarios como tambi茅n la acci贸n que genera. Por si misma, una acci贸n, un emprendimiento, una decisi贸n o un cambio no puede difundirse, auto explicarse, darse a conocer.
Articular la comunicaci贸n en los tres niveles empresarios
Las comunicaciones integradas -internas y externas- a la planificaci贸n general de las empresas no act煤an de manera independiente, desde afuera de la organizaci贸n sino que conviven en ella en un sentido constructivo y proyectivo. Parten de una estructura estrat茅gica que es la planificaci贸n general y se extienden en red alcanzando a todos los miembros de la organizaci贸n.
Las decisiones de orden estrat茅gico que se toman en la alta gerencia dan el marco general de actuaci贸n a la organizaci贸n a mediano y largo plazo, son los objetivos y las estrategias. Es decir, la alternativa seleccionada para alcanzar las metas.

De estas decisiones se nutre la gerencia intermedia que tiene una funci贸n bisagra, ya que su cometido se centra en traducir los mandatos estrat茅gicos en instrucciones concretas para el nivel operativo. Esta l铆nea media de la empresa debe dosificar las tareas operativas a punto tal que no generen incertidumbre en el personal. Estos dos niveles que definen los objetivos de la organizaci贸n est谩n atravesados por la comunicaci贸n. En el modo de comunicar las decisiones y de definir las funciones operativas hay instancias comunicativas. En estos modos de comunicar surgen los compromisos, las responsabilidades, los conflictos, los malentendidos; en estos niveles de interacci贸n es donde se resuelven las funciones, los puestos, las tareas y todo lo relacionado con el hacer concreto por lo tanto en virtud de c贸mo se resuelvan estas situaciones depender谩n cu谩les ser谩n los resultados.
En las empresas de servicios, cuando la departamentalizaci贸n es inexistente, las funciones tienen l铆mites difusos, las responsabilidades no est谩n asumidas, los empleados no tienen la capacitaci贸n adecuada al puesto resultan bajos los niveles de rendimiento y esto repercute sobre los logros alcanzados.
Este alcance de la comunicaci贸n es el sentido m谩s profundo que debemos comprender porque tanto los individuos como los espacios adquieren su sentido. Por decirlo de un modo gr谩fico constituyen su personalidad y explican su accionar y su destino.
Al integrarse estrat茅gicamente a la planificaci贸n de la organizaci贸n construyen y proyectan las acciones de un modo manifiesto y con un objetivo preciso.
La planificaci贸n de la comunicaci贸n, la clara transmisi贸n de los sentidos que tienen las acciones, las tareas, los informes, los objetivos, los tiempos y las relaciones vinculares prev茅n un modo, determinan lo posible y fijan los l铆mites de cada puesto, de cada departamento, de cada espacio interno y externo, en una palabra es una comunicaci贸n que expresa manifiestamente a la organizaci贸n.
No por ello es verticalista y funcional. Sino que sus nodos de red se multiplican desde cada individuo, en cada espacio y en cada intersticio desde donde se nutre y fortifica. Estamos designando un sentido articulador, dinamizador de las pr谩cticas productivas de la organizaci贸n, que permite a los recursos humanos hacer desde la individualidad pero aportando a un todo que tiene una visi贸n estrat茅gica de la acci贸n.
Este modo de entender a la comunicaci贸n integrada a la planificaci贸n de la acci贸n antepone los intereses organizacionales a los individuales con una clara intencionalidad dinamizadora del hacer. Cuando en esta puja de intereses se dan los encontronazos deben analizarse los desv铆os volviendo a interpretar la planificaci贸n que le dio origen y buscar las soluciones en funci贸n de los caminos que se traza la organizaci贸n.
El objetivo es permitir el buen funcionamiento de la organizaci贸n a trav茅s del desarrollo de estrategias que se integran a la planificaci贸n y logran el deslizamiento horizontal y vertical de los sentidos impl铆citos en la toma de decisiones, en la asignaci贸n y delimitaci贸n de funciones, en los tiempos y modos de producci贸n, en la capacitaci贸n y gesti贸n de los recursos humanos. Esto se traduce en una estructura que sostiene la imagen y la cultura corporativas. Y con esta base construida es c贸mo la organizaci贸n se proyecta hacia el exterior.
¿C贸mo montar la comunicaci贸n sobre la planificaci贸n general?
El plan estrat茅gico de la empresa, con objetivos a largo plazo, se traduce en planes funcionales de nivel ejecutivo de mediano plazo y estos a su vez generan planes operativos de bajo nivel de incertidumbre y destinado a definir las acciones correspondientes al corto plazo. La comunicaci贸n est谩 integrada a todos los niveles aunque su parte visible se limite al trabajo de marketing, destinado a organizar los procesos en contacto directo con el consumidor.

Marketing es el 谩rea que define las acciones de la empresa para alcanzar la satisfacci贸n del cliente a trav茅s del servicio y su precio y que elabora el dise帽o promocional necesario para persuadirlo.
Por otro lado los recursos humanos son estructura de las empresas de servicio. Un personal capacitado es un grupo humano consustanciado con los objetivos de la empresa, que cumple sus funciones en tiempo y forma con el resto, que no busca estrellatos o falsos vedettismos, sino que comparte su labor y aporta a la tarea de los otros, que no esconde informaci贸n o emprende acciones personales que lo a铆slen.
Hacia el interior de la organizaci贸n la comunicaci贸n facilita la tarea de los distintos departamentos que la componen. Saber cu谩l es la informaci贸n 煤til a transmitir de un 谩rea a otra asegura a la empresa tomar decisiones a tiempo. Un buen empleado que no sabe procesar la informaci贸n que genera para la toma de decisiones no sabe trabajar en equipo y retarda la din谩mica de la organizaci贸n.
El personal tambi茅n debe estar preparado para atender al p煤blico, a los proveedores de la empresa, est谩 en condiciones de responder a cualquier pregunta y tiene fundamentos para sostener una venta hasta cerrarla, puede desempe帽arse en varios puesto de la empresa sin que el sentido de la multifunci贸n lo degrade.
La comunicaci贸n interna es un objetivo que se logra cuando existen herramientas en la organizaci贸n que nos permiten resolver los conflictos en funci贸n de la planificaci贸n rectora. Los comunicadores podemos actuar en estas situaciones articulando acuerdos que permitan un funcionamiento arm贸nico.
Tambi茅n, el nivel de capacitaci贸n alcanzado por los recursos humanos garantizan la efectividad de la comunicaci贸n externa. Porque la comunicaci贸n interna es la que sostiene a la externa, torna 谩gil y eficiente todos los departamentos y 谩reas que conforman una organizaci贸n, y establece las funciones de cada miembro y las optimiza. Por eso, la capacitaci贸n del personal sobre los aspectos comunicativos comunes de la empresa con sus p煤blicos y de las distintas 谩reas entre si dinamizan el funcionamiento de las organizaciones.
¿Por qu茅 construir una imagen de empresa? (qu茅 es la imagen, identidad y cultura)Dice Joan Costa:
Estrat茅gicamente y operativamente, la imagen ilumina el estilo y la conducta de la empresa; el sentido de las decisiones que toma y realiza; su modo propio de concebir productos y/o servicios y de innovar; su personalidad exclusiva y su manera distintiva de comunicar, de conectar con los p煤blicos y de relacionarse con ellos. La imagen posee unas condiciones excepcionales que atraviesan toda la din谩mica de la empresa hasta el largo plazo1.
De esta definici贸n se desprende que la imagen corporativa es de tal visibilidad que al construirse permite mostrar un modo de hacer que fue planificado, organizado, pensado y que pretende proyectarse. La empresa debe exponer sus atributos, debe descubrir sus errores y potenciar sus aciertos. Esto que puede resultar tan obvio, no siempre se da. Muchas empresas ponen al desnudo sus contradicciones sin siquiera reparar en ellos. Una sistema de fidelizaci贸n por acumulaci贸n de puntos a trav茅s de los consumos que ofrece un banco de primer nivel no respondi贸 a reclamos de un cliente desde hace 4 meses y por errores que vienen d谩ndose desde hace 2 a帽os. Tiran por la borda todo el proyecto sin darse cuenta. Ofrecen fidelizaci贸n y demuestran un absoluto desinter茅s por el cliente.
Este es un claro ejemplo de las contradicciones que pueden descubrirse sobre un plan de marketing que no tiene apoyo de la imagen corporativa.
Cuando se agotan las instancias de soluciones que puede ofrecer un empleado dado el grado de responsabilidades por las que responde su puesto de trabajo y no accedemos a hablar con el supervisor del 谩rea, la empresa est谩 mostrando sus propias contradicciones respecto del lugar que ocupa el cliente para la empresa.
Tambi茅n cuando no se atiende un supervisor o un jefe no resuelve un reclamo est谩 deliberadamente anteponiendo un inter茅s particular sobre un inter茅s organizacional.
Estos aspectos dan cuenta del cuidadoso marco en el cual se desarrolla la imagen de una empresa.
¿Qu茅 ven los clientes?
Lo bueno y lo malo. Lo que quieren. Lo que valoran. Lo que desprecian. El error, el acierto, la inseguridad. Todo. Y lo descubren todo y nos ponen en evidencia los aciertos y los desaciertos.

Por eso la comunicaci贸n de retorno que proviene del cliente tiene que ser considerada. Un grave error de muchas empresas en el pasado era exhibir un garrote como libro de quejas. El cliente tiene la mirada que nosotros no tenemos y en conjunto con las opiniones que aporta debemos reprogramar los servicios.
Es imposible imaginar que una empresa que trabaja en contacto permanente con el cliente no tenga en cuenta sus sugerencias.
Los clientes ven aquello que la empresa no mira o piensan las cosas que no pens贸 el gerente o el empleado. Las l铆neas en contacto con el p煤blico deben estar preparadas para interpretar al cliente y devolver la informaci贸n que provoque desv铆os en la organizaci贸n. Para ello los recursos humanos deben sentirse consustanciados con los objetivos y sentir que desde su puesto de trabajo ayudan al bienestar de todos. Deben lograrse esos compromisos con respuestas que tambi茅n sean valoradas por el empleado.
En funci贸n de ello la empresa deber铆a considerar los siguientes puntos:
  • Recibir la informaci贸n adecuada que represente una idea precisa del servicio que recibir谩. Al respecto hemos detallado m谩s arriba.
     
  • La resoluci贸n de los problemas. Existen empresas que tienen como estrategia perder frente al reclamo de sus clientes. Los clientes saben reconocer esos triunfos y son leales a las empresas que los consideran. Un cliente conforme trae nuevos clientes y cliente disconforme los espanta.
     
  • Hablar con la persona indicada: el personal de contacto debe conocer los l铆mites dentro de los cuales puede resolver los problemas y derivarlos a un superior cuando sus posibilidades de toma de decisi贸n se agoten. Es com煤n no dar con la persona indicada para atender un problema y deambular por las oficinas contando la historia y mostrando papeles o circular por el tel茅fono con la molesta m煤sica de espera.
     
  • Disminuir la sensaci贸n de riesgo: m谩s de una situaci贸n en el 谩rea de servicio genera desconfianza y duda en el cliente. La empresa puede tener buena intenci贸n y explicar que la modalidad se repite hace a帽os, sin embargo el cliente sentir谩 que algo puede suceder... la sensaci贸n de riesgo debilita la decisi贸n de compra y hace necesario reforzar las instancias de argumentaci贸n y cierre del negocio en las ventas. El riesgo percibido se debe a las caracter铆sticas intr铆nsecas del servicio, a que el cliente en muchos casos paga, o se compromete a pagar antes de experimentar el servicio.
     
  • El compromiso de los proveedores sobre los servicios tercerizados Este punto a煤n no desarrollado se refiere al nivel de compromiso que deben asumir las empresas prestadoras de los otros servicios del servicio. Los proveedores de servicios son una misma empresa. El cliente no debe aceptar menor calidad justificada porque es un servicio tercerizado. En el caso concreto del turismo, donde las empresas confluyen sobre determinados servicios tercerizados (gu铆as tur铆sticos de lugares, bares y hoteles, transporte, etc.) que tambi茅n son compartidos por varias empresas. El cliente no tiene la obligaci贸n de justificar un mal servicio s贸lo porque reconoce que no es la empresa que contrat贸. Es la empresa la que est谩 obligada por la calidad del servicio que presta y en casos as铆, el cliente debe recibir una compensaci贸n.
     
  • Un servicio globalizado. Los clientes internacionales esperan encontrar la autencidad de aquello que quieren conocer, pero lo internacional en los servicios contratados: los hoteles que reciben turistas extranjeros deben considerar la mirada internacional con que se eval煤a el servicio. La cultura (costumbres, modos, tradiciones) del lugar no puede estar por encima del sentido internacional que espera el cliente, a s贸lo que 茅sta sea comunicado como el atractivo y la caracter铆stica diferencial. En tal sentido se espera cierta homogeneidad en los servicios ya que la experiencia se centrar谩 en lo diverso y desconocido.
     
  • Disponibilidad: este elemento es fundamental para la tranquilidad y distensi贸n del cliente. La prestaci贸n del servicio debe prever la cantidad de elementos necesarios para que todos no desesperen por lograr el suyo (reposeras, butacas de un concierto, medios de transporte, cantidad de comidas, etc.). A los ojos del usuario la disponibilidad es un elemento valorado y considerado como importante.
Aportes del marketing tradicional
Los servicios suelen mostrar escasas diferencias. Se los denomina indiferenciados, y esto se debe a que los costos fijos se tornan muy elevados para mantener el ritmo de innovaci贸n que requieren. La innovaci贸n constante, dentro del marketing tradicional est谩 considerada como la estrategia b谩sica para lograr la productividad. En general se decide contratar personal capacitado (con estudios universitarios) para ocupar puestos de contacto y garantizar un servicio 贸ptimo.

Dado que los resultados econ贸micos no permiten ofrecer al cliente grandes variaciones respecto de la competencia, las diferencias deben lograrse por el servicio de atenci贸n al cliente, en cuanto a los recursos humanos, que por estos tiempos son materia prima desvarolizada en el mercado.
La buena atenci贸n considerada en los detalles, programada y planificada a cargo de personal capacitado permite instalar el servicio en la mente del cliente. Un logro ansiado por las empresas. El posicionamiento es la proyecci贸n de los elementos caracter铆sticos y diferenciadores de la empresa dirigidos al cliente con la intenci贸n de permanecer como huellas en su memoria.
La construcci贸n de la imagen corporativa tiene que vehicularse a trav茅s de estrategias diferenciadoras que tengan valor para el cliente, que resulten comunicables y que se asocien f谩cilmente a la marca o al nombre de la empresa
Cuando la estrategia de diferenciaci贸n se centra en el cliente -cualquiera sea la caracter铆stica bajo la cual se manifieste: cordialidad, amistad, solidaridad, hospitalidad, etc- todos los recursos deben enfocarse hacia ese objetivo. Por lo tanto los recursos deben estar comprometidos con el objetivo desde una visi贸n global e integral, nunca individual. Nada en la organizaci贸n debe dejarse a la buena voluntad o a la consideraci贸n de cada empleado. Los contactos deben ser uniformes y homog茅neos, con un modo de atenci贸n que se repite en cada persona sin dejar entrever las caracter铆sticas de la personalidad y la individualidad.
Lo importante en un banco, un hotel o un restaurante es que el cliente frecuente no deba priorizar a un empleado sobre otro sino que sienta igualdad en el trato de todos.
La planificaci贸n de estos elementos mencionados: imagen corporativa, posicionamiento de las diferencias competitivas y capacitaci贸n en la uniformidad de prestaci贸n de servicios de los recursos humanos son un mix en el 谩rea servicio que debe estructurarse en base a la expectativas del cliente.
No es posible olvidar estas consideraciones en las empresas ya que los servicios se prestan por demanda concreta.
No existe un envase, ni un almacenamiento. No hay posibilidad de excusas por parte de la empresa, el servicio se produce al mismo tiempo con se usa y en conjunto con el cliente. Cada prestador es la imagen de la empresa en su totalidad y en consecuencia si sus tareas fueran mal realizadas, el cliente puede pensar que la empresa se lo permite y no que es un modo particular de hacer un trabajo.
Estas notas tienen el sentido de presentar a los servicios en funci贸n de sus cuatro caracter铆sticas m谩s salientes: son intangibles, perecederos, variables, inseparables. Respecto de la variabilidad, los servicios son siempre distintos ya que en su producci贸n intervienen los empleados y los clientes.
Al mismo tiempo que los clientes y los prestadores dan lugar al servicio, hay otros clientes que observan esta situaci贸n. Los otros clientes, tambi茅n para tener en cuenta.
CierreLas notas expuestas hasta el momento muestran una postura cr铆tica respecto de la relevancia que se da a la promoci贸n y la publicidad como garantes de la venta. El cliente atra铆do hasta la empresa, reconocer谩 la cultura y la identidad de la empresa, su imagen antes de decidir su compra.
S贸lo en aquello casos en los cuales se construya una experiencia mental por encima de las expectativas del cliente ser谩 posible la venta. Despu茅s queda el compromiso de concretar la experiencia.

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