Llamó la atención de muchas personas recelosas debido a los niveles de seguridad prevalecientes en el país, el hecho de que tanto en la cárcel de La Victoria, en la Provincia Santo Domingo, como en la de Najayo para hombres, en la Provincia de San Cristóbal, se suscitasen, casi concomitantemente, sendos levantamientos en el primer recinto penitenciario en lo que ha podido identificarse como una riña y, en el segundo, una revuelta destinada a conseguir la salida de dos reos condenados por crímenes de narcotráfico.Por suerte, las autoridades de ambas penitenciarías actuaron con rapidez, lo cual impidió que en Najayo fuese liberados los presos cuya fuga se planeó al amparo de una revuelta que, de alcanzar éxito, habría sentado un precedente funesto y peligroso.
Lástima que como resultado del tiroteo armado en Najayo, resultasen heridos dos oficiales que mantenían funciones de sub Alcaides de la prisión.
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