domingo, 9 de diciembre de 2012

La familia como base de desarrollo:


La familia como base de desarrollo: 
La grandeza del hombre o la mujer no se mide por los bienes materiales que pueda usurpar, se mide por las obras y bienes que coseche en buena lid en el paso corto o largo en este universo que llamamos tierra.
La estructura familiar es un universo que debemos de retomar y aupar como base de nuestro desarrollo integral y como base de ejemplo a nuestros hijos.
Sin una estructura familiar solida no podremos crecer ni mantener nuestro legado a las futuras generaciones que vendrán a cohabitar nuestros entornos.
La subcultura de la pobreza esgrimida por el grupo de poder que domino nuestra nación en los últimos anos debe ser remplazada por el culto y fortaleza del modelo familiar.
Nuestros barrios serian el laboratorio para empujar de nuevo de vuelta a lo básico en nuestra sociedad empujada al culto de las prebendas y lo fácil. Debemos entonar nuestras acciones a premiar la bondad y el accionar comunitario, no la avaricia y el individualismo.
Muchas de las cosas que se hicieron en nuestra nación no hubiesen sucedido si las autoridades hubiesen formulado un crecimiento colectivo premiando la base familiar y la responsabilidad del individuo con leyes y modelos de desarrollo colectivo sin empujar a la idolatría de los monumentos y obras suntuosas copiados de sociedades que alcanzaron los mismos en el trayecto de varias generaciones de individuos apegados al orden y a la fortaleza de la unión familiar y por ende de la Patria.
Es hora de retomar el camino perdido en el inicio de esta temporada navideña para re-encontrarnos como nación.
Debemos purgar lo mano y darle vida al sendero de la humildad que nos ensenara nuestro creador en el sacrificio de su único hijo, Jesús.
Oremos porque hombres y mujeres de bien se empoderen y actúen por el bien colectivo de nuestra gente y que un día no muy lejano la palabra Quisqueya pueda ser sinónimo de felicidad, seguridad y crecimiento económico para todos los dominicanos y dominicanas que cohabitamos en nuestra media isla por igual.
Reseñemos de nuevo el canto a la patria con nuestro himno hinchando sus estrofas a puro pulmón y agradeciendo dentro, en nuestros corazones, aquellos héroes olvidados que con su sangre nos dieron nuestra bandera tricolor!
Lic. Porfirio Nouel
Economista

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