La familia como base de desarrollo:
La grandeza del hombre o la mujer no se mide por los bienes materiales que pueda usurpar, se mide por las obras y bienes que coseche en buena lid en el paso corto o largo en este universo que llamamos tierra.
La estructura familiar es un universo que debemos de retomar y aupar como base de nuestro desarrollo integral y como base de ejemplo a nuestros hijos.
Sin una estructura familiar solida no podremos crecer ni mantener nuestro legado a las futuras generaciones que vendrán a cohabitar nuestros entornos.
La subcultura de la pobreza esgrimida por el grupo de poder que domino nuestra nación en los últimos anos debe ser remplazada por el culto y fortaleza del modelo familiar.
Nuestros barrios serian el laboratorio para empujar de nuevo de vuelta a lo básico en nuestra sociedad empujada al culto de las prebendas y lo fácil. Debemos entonar nuestras acciones a premiar la bondad y el accionar comunitario, no la avaricia y el individualismo.
Muchas de las cosas que se hicieron en nuestra nación no hubiesen sucedido si las autoridades hubiesen formulado un crecimiento colectivo premiando la base familiar y la responsabilidad del individuo con leyes y modelos de desarrollo colectivo sin empujar a la idolatría de los monumentos y obras suntuosas copiados de sociedades que alcanzaron los mismos en el trayecto de varias generaciones de individuos apegados al orden y a la fortaleza de la unión familiar y por ende de la Patria.
Es hora de retomar el camino perdido en el inicio de esta temporada navideña para re-encontrarnos como nación.
Debemos purgar lo mano y darle vida al sendero de la humildad que nos ensenara nuestro creador en el sacrificio de su único hijo, Jesús.
Oremos porque hombres y mujeres de bien se empoderen y actúen por el bien colectivo de nuestra gente y que un día no muy lejano la palabra Quisqueya pueda ser sinónimo de felicidad, seguridad y crecimiento económico para todos los dominicanos y dominicanas que cohabitamos en nuestra media isla por igual.
Reseñemos de nuevo el canto a la patria con nuestro himno hinchando sus estrofas a puro pulmón y agradeciendo dentro, en nuestros corazones, aquellos héroes olvidados que con su sangre nos dieron nuestra bandera tricolor!
Lic. Porfirio Nouel
Economista
Muchas de las cosas que se hicieron en nuestra nación no hubiesen sucedido si las autoridades hubiesen formulado un crecimiento colectivo premiando la base familiar y la responsabilidad del individuo con leyes y modelos de desarrollo colectivo sin empujar a la idolatría de los monumentos y obras suntuosas copiados de sociedades que alcanzaron los mismos en el trayecto de varias generaciones de individuos apegados al orden y a la fortaleza de la unión familiar y por ende de la Patria.
Es hora de retomar el camino perdido en el inicio de esta temporada navideña para re-encontrarnos como nación.
Debemos purgar lo mano y darle vida al sendero de la humildad que nos ensenara nuestro creador en el sacrificio de su único hijo, Jesús.
Oremos porque hombres y mujeres de bien se empoderen y actúen por el bien colectivo de nuestra gente y que un día no muy lejano la palabra Quisqueya pueda ser sinónimo de felicidad, seguridad y crecimiento económico para todos los dominicanos y dominicanas que cohabitamos en nuestra media isla por igual.
Reseñemos de nuevo el canto a la patria con nuestro himno hinchando sus estrofas a puro pulmón y agradeciendo dentro, en nuestros corazones, aquellos héroes olvidados que con su sangre nos dieron nuestra bandera tricolor!
Lic. Porfirio Nouel
Economista
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