POR LIC. PORFIRIO NOUEL.Caray no me saque el Gordo de España! Como tampoco el Lotto de New York ni ningún premio de lotería y menos de casino. Mi dicha esta “echada”. No camina ni resucita pero la dicha de los que se robaron la firma de Dios y luego la conjuraron en el pacto con Bosch parece también que les llego estrepitosamente su díscolo final.
Mi vida tiene sentido. Apenas vivo pero vivo sin tropiezos y sin la ley esperándome en la bajaita.
Así siempre argumente y así me iré un día. Como soy Nouel he sido y seré caminante de tierras lejanas.
Di y recibiré mi cuota de amor el día que postrado espere mi final.
Me la jugué y en el juego aprendí de la vida a esperar mi premio.
No me llevare ningún tesoro que no sea el amor y el cariño de mi gente. Solo el de las sonrisas atesoradas junto a los besos de amor que me gane de los míos en el tiempo.
Llega y seguirán llegando nuevos anos, al igual que el día de hoy vendrán otros días como el de mañana. Y lentamente se acercara la hora elegida por mi creador para disfrutar eternamente de ese tesoro que me toco recibir de mi familia, mis amigos y de mi gente.
La riqueza que me llevo es simple pero no tiene precio. Es la riqueza que se labra con el corazón y la bondad eterna.
Si me tocara desandar el tiempo que he vivido no cambiaría un ápice de lo que he cosechado. No. No cambiaría de donde vengo y que hice en esos anos. No.
Mi corazón ni mi alma tienen precio! Y menos mi conciencia!
Porfirio Nouel
Economista.
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