Cuando la vida me brinda la oportunidad de participar y de compartir con personas que tienen el servicio al prójimo y la entrega a los demás como norte en su vida, siento que no todo está perdido en nuestra sociedad. Me siento renovada cuando veo un grupo de personas creando espacios para la solidaridad.
El domingo pasado tuve esa nueva oportunidad de encontrarme con diversas generaciones de campamentistas de la Pastoral Juvenil Universitaria de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. El encuentro se dio en una actividad organizada por FUNCREEMOS.
Todavía hay muchos valores que conviven con nosotros en nuestro día a día y quizás no lo apreciamos.
FUNCREEMOS , es una fundación de crecimiento espiritual motivada al servicio, cuya finalidad es servir a los demás en el campo de los valores éticos y espirituales.
Es una institución sin fines de lucro que busca inculcar y fortalecer esos valores positivos que cada día vemos con ojos de asombro y quizás con temor de que se nos estén escapando de las manos.
Hay muchas personas generosas, profesionales que forman parte de FUNCREEMOS y que necesitan el apoyo de toda aquella persona que fue campamentista en su etapa universitaria. También necesita de esas personas que son capaces de apoyar según sus posibilidades, las iniciativas emprendidas por FUNCREEMOS.
No todo está perdido en nuestra sociedad, como dice Monseñor Richard Bencosme, mentor y coordinador general de la Pastoral Juvenil Universitaria. "Es momento de dejar de lamentarnos todos los días y exorcizar las tinieblas: hay que encender luces que despejen la oscuridad".
En FUNCREEMOS encontramos un camino para servir, para contribuir a descubrir el aliento del bien.
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