Por Juan Rojas
De nuevo ha quedado demostrado y así se manifiesta en todas las actuaciones de sus miembros, que un sector del poder Legislativo, en este caso, La Cámara de Diputados, refleja su condición de organismo parasitario dentro de la estructura política, social y económica de la República Dominicana.
Con la actuación de gran parte de sus miembros, esta institución legislativa, ha estado siempre bajo el cuestionamiento colectivo de la sociedad dominicana, pues aunque con sus excepciones, la gran mayoría de los diputados, al llegar a este hemiciclo solo piensan en sus intereses personales y no se les destaca ninguna diferencia entre los funcionarios gubernamentales que se han enriquecido con el dinero del Estado y estos elementos que no le aportan ningún beneficio al desarrollo del país y que solo legislan con eficiencia cuando se trata de aprobar leyes, resoluciones y enmiendas que sirvan para engordar sus arcas personales.
Nuestro pueblo se siente defraudado y decepcionado, por las actuaciones de la gran mayoría de estos “¿patriotas?, Diputados, que muchas veces han ganado sus curules a base de mucho dinero y soborno para que los coloquen en las posiciones en las que puedan salir electos, además de aprovecharse de las necesidades de las clases desposeídas para hacer gala del clientelismo político, mediante el cual, engañan a las bases de sus respectivos partidos y al pueblo en general para poder conseguir las posiciones ambicionadas y luego que consiguen sus objetivos, su pago a quienes los ayudan es darle la espalda y olvidarse de sus promesas demagógicas hechas en campaña.
Estos que deshonran el calificativo de los que debe ser un verdadero diputado, son los verdugos más indolentes y criminales en contra del pueblo dominicano, cuando se trata de legislar para aprobar una ley o una resolución que beneficie al pueblo dominicano estos señores hacen todo lo posible para no aprobar nada que vaya en beneficio de nuestro país, pero si es para protegerse y aprobar aumento de asignaciones y salarios en su favor, ahí si son puntuales y eficientes.
Un diputado recibe más beneficios económicos que cualquier funcionario, reciben su sueldo, reciben 2 (dos), exoneraciones, las cuales son vendidas por estos y esos beneficios van directo a sus bolsillos, además de el Barrilito, cosa esta que utilizan para engañar al Estado con una supuesta ayuda a sus seguidores y en realidad, lo que hacen es engañar al Estado desviando esos beneficios a otro destino que no es para lo que lo reciben, reciben el beneficio, por la ONG, que también es otro engaño, pues en la gran mayoría de los casos son organizaciones fantasmas, utilizadas para llenarse los bolsillos y para ser utilizadas para recolectar a nombre de esas ONG, ayudas de organizaciones internacionales y esas ayudas la utilizan en beneficio propio y si quieren un ejemplo de este engaño, que le pregunten al diputado doctor Terrero de Santiago, el cual se ha convertido en el fracaso más grande que ha tenido el PRD, como diputado en Santiago.
Ahora se repite la historia, esta vez con el proyecto de Ley de Salarios para el sector público, los diputados como siempre, buscaron la forma de protegerse y salir airosos sin que los tocaran en la regulación de tantos beneficios colaterales que reciben y entre ellos hay quienes pasan los años de legislación y no son capaces de presentar ni siquiera un proyecto de ley, aunque sea para justificar los altos beneficios que reciben del pueblo dominicano.
La ley de Salarios debe ser aprobada sin las modificaciones oportunistas y mal intencionadas de ese grupo de parásitos que solo buscan sacarle el cuajo a este noble pero sufrido pueblo dominicano, la Ley de Salarios debe ser aprobada y en ella se deben incluir todos esos organismos que como la Cámara de Diputados, se ha convertido en una cantera de oportunistas que solo buscan la vía mas fácil para multiplicar sus cuentas bancarias. Se debe reconocer el valor de los diputados que con coraje rechazaron las enmiendas hechas por sus colegas oportunistas y verdugos en contra del pueblo dominicano.
sábado, 18 de agosto de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario