Los príncipes de la Iglesia no siempre son los representantes de todos los católicos de un país
Su función principal es ser parte del colegio cardenalicio, que escoge a los sucesores del apóstol Pedro en la Santa Sede. También el Papa puede asignarle misiones específicas o llamarlo a consulta sobre temas de su interés. Un cardenal, obispo o arzobispo, no tiene autoridad nacional a menos que presida la Conferencia del Episcopado, que es la organización que agrupa a todos los obispos del país, como ocurre en República Dominicana. Los sacerdotes José Luis Hernández y Francisco Antonio Jiménez Rosario afirman que la iglesia universal solo tiene un jefe que es el Papa. Cada obispo de su diócesis es el que representa a la iglesia en su territorio.
Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez en la actualidad es el vocero de la Iglesia porque preside la Conferencia del Episcopado, cargo antes ocupado por monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo de Santiago.
“A él (el Cardenal) le tocan 4,032 kilómetros cuadrados que es la arquidiócesis de Santo Domingo, que comprende el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo, más Monte Plata, no más de ahí. Ahora, el Cardenal es el obispo titular de una diócesis metropolitana elevada a arquidiócesis en 1546 y ya por eso y por ser el primado de América tiene cierto reconocimiento, que lo tendrá también quien lo sustituya”, explica Hernández.
El padre Jiménez dice como ejemplo que “pasa cualquier cosa en Barahona, el Cardenal no está autorizado para hablar por el obispo de esa diócesis, sino que es el obispo encargado de esa jurisdicción el encargado y la iglesia lo respeta. Ahora, muchas veces en los medios se cree que el Cardenal es el jefe de la Iglesia, en la Iglesia no hay jefe y si hay uno es el Papa”.
Príncipe y purpurado
Explica que se le llama así porque por encima de los cardenales solo está el Papa, que es una especie de rey, si se toma en cuenta la estructura social medieval, pero que ese es un título que le da la gente y lo de purpurado es por el rojo escarlata, que el es color que los identifica y significa redención.
Los cardenales se diferencian en tres títulos: cardenales obispos, que son los que ocupan las sedes sufragáneas de Roma; los cardenales presbíteros, conocidos como obispos del mundo y los cardenales diácono, los que ocupaban algún cargo en la Curia Romana.
También existen los cardenales decanos, que son los más ancianos, y camarlengos, los que se encargan de administrar los bienes y asuntos de la Iglesia. Existen los cardenales secretos o “in pectore” que son escogidos por el Papa y en ocasiones ni ellos mismos saben que fueron escogidos.
Por sus órdenes los cardenales pueden ser: episcopal, que son obispos; presbiterial, los de títulos o presbíteros y antes existía el diaconal, que era una persona que sin ser sacerdote -solo diácono o servidor de la Iglesia- podría ser cardenal.
Un cardenal no se designa ni se nombra, se crea. Tampoco es un cargo, sino un título. Su creación es de la exclusiva competencia del Papa y son escogidos en una ceremonia llamada consistorio. Un cardenal creado recibe un pectoral que es una cadena con un medallón en forma de cruz y un anillo, como signo de su matrimonio con la Iglesia.
Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez en la actualidad es el vocero de la Iglesia porque preside la Conferencia del Episcopado, cargo antes ocupado por monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo de Santiago.
“A él (el Cardenal) le tocan 4,032 kilómetros cuadrados que es la arquidiócesis de Santo Domingo, que comprende el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo, más Monte Plata, no más de ahí. Ahora, el Cardenal es el obispo titular de una diócesis metropolitana elevada a arquidiócesis en 1546 y ya por eso y por ser el primado de América tiene cierto reconocimiento, que lo tendrá también quien lo sustituya”, explica Hernández.
El padre Jiménez dice como ejemplo que “pasa cualquier cosa en Barahona, el Cardenal no está autorizado para hablar por el obispo de esa diócesis, sino que es el obispo encargado de esa jurisdicción el encargado y la iglesia lo respeta. Ahora, muchas veces en los medios se cree que el Cardenal es el jefe de la Iglesia, en la Iglesia no hay jefe y si hay uno es el Papa”.
Príncipe y purpurado
Explica que se le llama así porque por encima de los cardenales solo está el Papa, que es una especie de rey, si se toma en cuenta la estructura social medieval, pero que ese es un título que le da la gente y lo de purpurado es por el rojo escarlata, que el es color que los identifica y significa redención.
Los cardenales se diferencian en tres títulos: cardenales obispos, que son los que ocupan las sedes sufragáneas de Roma; los cardenales presbíteros, conocidos como obispos del mundo y los cardenales diácono, los que ocupaban algún cargo en la Curia Romana.
También existen los cardenales decanos, que son los más ancianos, y camarlengos, los que se encargan de administrar los bienes y asuntos de la Iglesia. Existen los cardenales secretos o “in pectore” que son escogidos por el Papa y en ocasiones ni ellos mismos saben que fueron escogidos.
Por sus órdenes los cardenales pueden ser: episcopal, que son obispos; presbiterial, los de títulos o presbíteros y antes existía el diaconal, que era una persona que sin ser sacerdote -solo diácono o servidor de la Iglesia- podría ser cardenal.
Un cardenal no se designa ni se nombra, se crea. Tampoco es un cargo, sino un título. Su creación es de la exclusiva competencia del Papa y son escogidos en una ceremonia llamada consistorio. Un cardenal creado recibe un pectoral que es una cadena con un medallón en forma de cruz y un anillo, como signo de su matrimonio con la Iglesia.
Monseñor
Es la forma de llamar a las dignidades eclesiásticas. Es concedida por el Papa a obispos y a sacerdotes con méritos.
Es la forma de llamar a las dignidades eclesiásticas. Es concedida por el Papa a obispos y a sacerdotes con méritos.
Diácono
Es un cristiano comprometido autorizado a celebrar la palabra, más no a oficiar una misa. Puede ser una persona casada.
Es un cristiano comprometido autorizado a celebrar la palabra, más no a oficiar una misa. Puede ser una persona casada.
Cantidad de cardenales en el mundo católico
En la actualidad existen 214 cardenales que representan a 70 países, 125 son electores, es decir, que tienen menos de 80 años y pueden escoger o ser escogidos como Papa, y 89 no electores que tienen más de 80 años y no pueden ser elegidos para el pontificado.
Un país puede tener más de un cardenal, Italia tiene 52, Estados Unidos 18, Brasil 10, España 10, México cuatro, Argentina dos, Colombia dos y con uno Dominicana, Bolivia, Venezuela,Cuba, Honduras, Perú y Guatemala.
Un país puede tener más de un cardenal, Italia tiene 52, Estados Unidos 18, Brasil 10, España 10, México cuatro, Argentina dos, Colombia dos y con uno Dominicana, Bolivia, Venezuela,Cuba, Honduras, Perú y Guatemala.
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