jueves, 6 de septiembre de 2012

Provocaciones y panfletos

ANDRÉS L. MATEO


UNO
Los diarios, la televisión, los medios digitales, desplegaron la noticia de que Euclides Gutiérrez terminó de pagar la luz. Parecía que el país entero debería estremecerse ante semejante noticia. Pero para que pagara hubo que mover las “masas populares”, cuchucientos programas de televisión, miles de artículos de prensa, campañas en las redes sociales, reuniones Y  RUEDAS DE PRENSA del buró político del PLD, etc. Y el tipo aun así llevó periodistas a los tribunales, amenazó, guapeó de lo lindo, insultó a todo el mundo, y se declaró un “super-Hombre-Héroe” de la patria. Ese sujeto paga la luz y se hace una convocatoria de prensa, yo la pago todos los meses y si dejo de pagarla simplemente me la cortan. ¡Este país ya no resiste tanta impudicia! ¡Este país se merece una desobediencia civil!
DOS
¿Cómo pasó la concepción patrimonialista del Estado, de la larga hegemonía autoritaria a las democracias formales de los últimos cincuenta años?
La corrupción histórica dominicana se acompaña de un proceso silente de desintitucionalización. Bajo la modalidad de una frágil memoria institucional, esa idea de que el Estado es un botín de guerra, pasó sin arrugas de los gobiernos totalitarios a las democracias formales que hemos vivido en los últimos cincuenta años. El problema es que la desmemoria institucional permite que esas cosas sucedan como algo natural, haciéndolas fluir como si correspondieran a la naturaleza particular de la sociedad dominicana, y no a la deformación que históricamente ha pervertido sus instancias institucionales, por los actos y la ambición de quienes nos han gobernado.
TRES
Cinco días antes de abandonar el palacio nacional, Leonel Fernández Declaró solemnemente: “dejo una economía estable”. Si debemos creerle al expresidente Fernández, el presidente Danilo Medina no tiene ninguna razón para impulsar una reforma fiscal que aumente los impuestos. La política puede ser juego y farsa, pero a mí hay que decirme a cuál de los dos le creo. Si de verdad el presidente Danilo Medina quiere consensuar un pacto fiscal tiene que decir qué encontró y demostrar que éste se justifica, porque Leonel Fernández dice que dejó una economía estable, y TemístoclesMontás recalcó que era como “un avión en la pista de despegue hacia el desarrollo”. ¿Para qué, entonces, una sexta reforma que aumente los impuestos en los gobiernos del PLD?  La inmensa mayoría de los dominicanos no estuvo en la fiesta, ¿Ok?
CUATRO
En la República Dominicana hay crisis hasta en el  “Departamento de crisis”. Y quien no lo quiera creer que lea éste titular de prensa: “Meten en prisión al Director de prisiones”. ¡Oh, Dios!
CINCO
Todos los partidos políticos que han gobernado, después de la muerte de Trujillo, han incentivado en la práctica la concepción patrimonial del Estado.  Esa idea de que el Estado es un patrimonio de los gobernantes de turno sólo se combate con una fuerte estructura institucional, que obligue a los partidos a no ser refugio de delincuentes y caverna de complicidades justificadas por las conveniencias políticas, por las coyunturas. ¿Qué puede ocurrir en un país donde el paradigma del enriquecimiento a costa del Estado se sigue coronando con la impunidad?  La ideología heroica que sobre la honestidad de los miembros del PLD pregonaron sus dirigentes antes del 1996 es hoy un fantasma, un descolorido discurso sobre el que la realidad descarnada deja al desnudo estos espectros vergonzosos.  Por eso hay que recordarle al presidente Medina que cada aspaviento que frustra las esperanzas del pueblo en la justicia multiplica los corruptos al infinito. Y que si hay impunidad hoy, habrá más corrupción mañana.
SEIS
Repito la idea: ¿qué puede ocurrir en un país  donde el paradigma del enriquecimiento a costa del Estado se sigue coronando con la impunidad?  La práctica política dominicana se ha convertido en un saqueo que se basa en la confusión  entre bienes públicos y privados. Ese desastroso saldo institucional, por lo que parece, seguirá campante, muy campante…

0 comentarios:

Publicar un comentario