Jesús Méndez Jiminián
“El hombre razonable se adapta al mundo; el hombre poco razonable insiste en tratar de adaptar el mundo a sí (…)”.
George Bernard Shaw en “Hombre y Superhombre”
El próximo 6 de noviembre los norteamericanos escogerán entre el Presidente Barack Obama (demócrata) y Mitt Romney (republicano), quién dirigirá los destinos de esa gran nación durante los venideros cuatro años.
El Presidente Obama a pesar de la crisis económica que han atravesado los Estados Unidos y el resto del mundo en estos últimos tiempos, mantiene una gran popularidad. Él llegó a la presidencia con una brillante hoja de servicio, y un inmenso deseo de trabajar por su país, y se convirtió en el primer negro en la historia norteamericana que llega a ese sitial. Él no tiene fortuna económica, pero goza de una excelente formación académica y política; Él ha sido, hasta ahora, sincero con sus compatriotas para echar hacia delante la tierra de Washington, Lincoln, Martin Luther King, Walt Whitman y otros grandes hombres de allí.
Mitt Romney, por su lado, posee buena educación y una inmensa fortuna económica heredada de sus antepasados. Él ha menospreciado a los latinos y a los afroamericanos, según hemos observado. Su dinero no puede como aquí, en la República Dominicana, comprar conciencias, comprar la miseria de los pobres y manipular con mentiras al electorado norteamericano que tiene un nivel educativo muy distinto al nuestro. ¿Cuánto no daría Mitt Romney por ser presidente de ese gran país que se llama Estados Unidos de Norteamérica? ¡Ah, y los que no pueden ir a las urnas el 6 de noviembre del 2012 tienen el privilegio de hacer valer su derecho y su deber enviando su boleta por correo, y de seguro que sus votos cuentan!
Con el dinero de Romney, si es en la República Dominicana hasta los muertos votarían y muchos vivos con identidad falsa;los primeros de seguro celebrarían su triunfo en los abandonados y descuidados cementerios nuestros. Pero allí, en los Estados Unidos, la cosa “ni es la misma ni es igual”. He ahí donde está la gran fortuna de Obama para continuar por cuatro años más en la presidencia.
El autor es ingeniero, escritor, miembro de la “Cátedra José Martí” en la UASD y de la Real Sociedad de Historiadores.
George Bernard Shaw en “Hombre y Superhombre”
El próximo 6 de noviembre los norteamericanos escogerán entre el Presidente Barack Obama (demócrata) y Mitt Romney (republicano), quién dirigirá los destinos de esa gran nación durante los venideros cuatro años.
El Presidente Obama a pesar de la crisis económica que han atravesado los Estados Unidos y el resto del mundo en estos últimos tiempos, mantiene una gran popularidad. Él llegó a la presidencia con una brillante hoja de servicio, y un inmenso deseo de trabajar por su país, y se convirtió en el primer negro en la historia norteamericana que llega a ese sitial. Él no tiene fortuna económica, pero goza de una excelente formación académica y política; Él ha sido, hasta ahora, sincero con sus compatriotas para echar hacia delante la tierra de Washington, Lincoln, Martin Luther King, Walt Whitman y otros grandes hombres de allí.
Mitt Romney, por su lado, posee buena educación y una inmensa fortuna económica heredada de sus antepasados. Él ha menospreciado a los latinos y a los afroamericanos, según hemos observado. Su dinero no puede como aquí, en la República Dominicana, comprar conciencias, comprar la miseria de los pobres y manipular con mentiras al electorado norteamericano que tiene un nivel educativo muy distinto al nuestro. ¿Cuánto no daría Mitt Romney por ser presidente de ese gran país que se llama Estados Unidos de Norteamérica? ¡Ah, y los que no pueden ir a las urnas el 6 de noviembre del 2012 tienen el privilegio de hacer valer su derecho y su deber enviando su boleta por correo, y de seguro que sus votos cuentan!
Con el dinero de Romney, si es en la República Dominicana hasta los muertos votarían y muchos vivos con identidad falsa;los primeros de seguro celebrarían su triunfo en los abandonados y descuidados cementerios nuestros. Pero allí, en los Estados Unidos, la cosa “ni es la misma ni es igual”. He ahí donde está la gran fortuna de Obama para continuar por cuatro años más en la presidencia.
El autor es ingeniero, escritor, miembro de la “Cátedra José Martí” en la UASD y de la Real Sociedad de Historiadores.
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