Dos exgenerales de las Fuerzas Armadas reconocieron ayer como privilegios los beneficios que disfrutan oficiales de esta institución retirados con ese mismo rango.El general retirado Rafael Percival Peña dijo que estos privilegios no están asentados en ningún estamento dentro de las Fuerzas Armadas, por lo que entiende deben desaparecer como práctica basada en viejas costumbres, pero sin ningún asidero legal.
Cuestionó que militares activos puestos al servicio de altos oficiales en condición pasiva sean aprovechados para realizar oficios tan denigrantes como bañar perros, lavar platos y vehículos; limpiar pisos, podar jardinerías, hacer de niñeros y “para ser guardaespaldas de queridas”.
“¿Cómo es posible que un general que ya no preste servicios en las Fuerzas Armadas tenga siete, 50 y 60 alistados y oficiales a su cargo, y los utilicen como chopos?”, se preguntó Percival Peña.
El veterano militar ve en estos privilegios una razón de fondo, que a su juicio tampoco justifica que generales retirados se paseen por calles y avenidas del país con un pelotón de guardias cuidando sus espaldas, cual si fuesen comandantes de brigadas en tiempos de guerra.
“Hay parte de ellos que han hecho muchas bellaquerías y tienen que andar resguardados”, revela Percival Peña.
Confiesa que se atrevió a decir lo que piensa de los beneficios ilegales que disfrutan sus ex compañeros de arma, luego de ver la publicación de ayer de este diario, donde varios generales policiales retirados alegaron su carácter no deliberativo para no ofrecer su versión abierta sobre este tema. “Nosotros somos deliberantes inmediatamente dejamos y cesamos de ser militar, y podemos hablar”, apuntó. Y no perdió tiempo para gritar con orgullo que “yo no tengo ni quiero ningún soldado de las Fuerzas Armadas prestando servicios conmigo; ni como chofer ni nada”, sostuvo este general retirado de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD).
Está convencido de que quien no hizo nada en sus años de actividad militar no tiene por qué usar guardaespaldas o tenerlos como cuidadores de sus viviendas y propiedades, como ocurre con generales que ocuparon posiciones relevantes e influyentes dentro de los cuerpos castrenses.
“Si usted hizo su bellaquería, entonces cuídese usted. No lo haga. Particularmente, yo no tengo a nadie y he tomado riesgos y he dicho más, quizás, de lo que cualquier hombre puede decir. No todos los generales somos iguales”, sostuvo Percival Peña.
Por todo esto, no se siente aludido por cuestionamientos a ex generales forrados de guardaespaldas.
Cuestionó que militares activos puestos al servicio de altos oficiales en condición pasiva sean aprovechados para realizar oficios tan denigrantes como bañar perros, lavar platos y vehículos; limpiar pisos, podar jardinerías, hacer de niñeros y “para ser guardaespaldas de queridas”.
“¿Cómo es posible que un general que ya no preste servicios en las Fuerzas Armadas tenga siete, 50 y 60 alistados y oficiales a su cargo, y los utilicen como chopos?”, se preguntó Percival Peña.
El veterano militar ve en estos privilegios una razón de fondo, que a su juicio tampoco justifica que generales retirados se paseen por calles y avenidas del país con un pelotón de guardias cuidando sus espaldas, cual si fuesen comandantes de brigadas en tiempos de guerra.
“Hay parte de ellos que han hecho muchas bellaquerías y tienen que andar resguardados”, revela Percival Peña.
Confiesa que se atrevió a decir lo que piensa de los beneficios ilegales que disfrutan sus ex compañeros de arma, luego de ver la publicación de ayer de este diario, donde varios generales policiales retirados alegaron su carácter no deliberativo para no ofrecer su versión abierta sobre este tema. “Nosotros somos deliberantes inmediatamente dejamos y cesamos de ser militar, y podemos hablar”, apuntó. Y no perdió tiempo para gritar con orgullo que “yo no tengo ni quiero ningún soldado de las Fuerzas Armadas prestando servicios conmigo; ni como chofer ni nada”, sostuvo este general retirado de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD).
Está convencido de que quien no hizo nada en sus años de actividad militar no tiene por qué usar guardaespaldas o tenerlos como cuidadores de sus viviendas y propiedades, como ocurre con generales que ocuparon posiciones relevantes e influyentes dentro de los cuerpos castrenses.
“Si usted hizo su bellaquería, entonces cuídese usted. No lo haga. Particularmente, yo no tengo a nadie y he tomado riesgos y he dicho más, quizás, de lo que cualquier hombre puede decir. No todos los generales somos iguales”, sostuvo Percival Peña.
Por todo esto, no se siente aludido por cuestionamientos a ex generales forrados de guardaespaldas.
“No se puede ocultar lo que está a la vista”
A través de su cuenta de twitter, @jfurcy, el general retirado del Ejército, José Furcy Castellano Pimentel, expresó su posición sobre un tema del que se siente directamente aludido. “No se puede ocultar lo que está a la vista, son privilegios, que en el caso de las FA (Fuerzas Armadas), no están prohibidos”, dijo. Y después enrostró: “no solo los generales tenemos privilegios en RD (República Dominicana); también periodistas, empresarios y políticos”.
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