PorJosefina Almánzar.--Comienza un nuevo año cargado de proyectos, de planes, de metas por cumplir. Cada vez que comenzamos hacemos todo un proceso. Cargamos las baterías de nuestras energías, nos hacemos promesas de borrar el pasado y mirar hacia el futuro. Echamos a rodar nuestros proyectos. Los primeros días y hasta el primer trimestre desbordamos energías y optimismo por todos nuestros poros. Pero muchas veces, cuando ya vamos por mediados del año empezamos a decaer o simplemente a cansarnos, dejando atrás todo el entusiasmo, los planes y los proyectos.
En la mayoría de los casos esto suele suceder porque cuando elaboramos nuestros proyectos no planteamos nuestras prioridades, queremos entrarlo todo en un paquete como si compráramos un fin de semana en un hotel con todo incluido. No hacemos distinción entre lo que son nuestros proyectos personales, profesionales, familiares y hasta amistosos porque en éstos nuevos tiempos que estamos viviendo tenemos que entrar en nuestros proyectos todos los aspectos, así como especificar prioridades, establecer objetivos, resultados, ventajas y desventajas.
En el plano profesional debemos destacar qué nos interesa lograr y proyectar a nuestros clientes, a nuestros pacientes. Cómo queremos seguir proyectándonos, mercadeándonos. Cómo queremos seguir ofreciendo nuestros servicios, qué haremos para mejorar los mismos o aumentar nuestra cartera de clientes y relacionados.
En el plano familiar, el cual incluye a la pareja, a los hijos e hijas, ascendientes y descendientes debemos también establecer nuestras prioridades.El amor, la protección, el cuidado, la dedicación, la calidad del tiempo que le vamos a brindar durante todo este año que recién comienza.
Debemos establecer cómo vamos a mantener a nuestras viejas amistades. Si vale la pena continuar con ellas, si con el tiempo siguen siendo personas positivas para nuestras vidas o si por el contrario se han convertido en personas tóxicas. Cómo vamos adquirir nuevas amistades que aporten crecimiento a nuestras vidas.
Cómo vamos a contribuir a que nuestro país sea mejor. Qué vamos hacer para participar en los cambios que como Nación necesitamos hacer. Cómo vamos a aportar soluciones para despertar la consciencia ciudadana, en qué vamos a invertir nuestra cuota de servicios sociales.
Cómo vamos a trabajar en el día a día con nosotros mismos para ser mejores seres humanos para dedicarnos a conocernos, a entendernos y aceptarnos como lo que somos: hermosas criaturas Divinas.
Para sacar nuestros miedos y temores hacia fuera, para dar sonrisas, caricias. Para decir te quiero, para darle la bienvenida a la vida en cada amanecer y agradecerle en cada atardecer. Para que el año no lo dejamos al azar sino que estén bajo la Voluntad Divina y que ella misma nos conceda la humildad y el discernimiento para aceptar los planes que de antemano tienen para nosotros y nosotras los seres celestiales. Para que sus planes en conjunción con los nuestros formen una armonía sincronizada que pueda hacer de nuestra agenda personal una hermosa realidad.
Anda, si aún no lo has hecho, tómate tu tiempo y empieza hacer tu propia agenda de vida para que este 2014, sea saludable, productivo, armónico. Para que sea lo que Dios y tú quieren que sea.
Buen comienzo del 2014, que todas las energías positivas del Universo estén con nosotros y nosotras.
La autora es Abogada y docente universitaria.
0 comentarios:
Publicar un comentario