A menudo oímos hablar de protocolo y etiqueta, pero muchas veces o los consideramos sinónimos o desconocemos enteramente su alcance y su significado.
Estos conceptos tienden a ser confundidos debido a los elementos que tienen en común.
“Protocolo” es el conjunto de normas establecidas para ceremonias y formalidades de carácter oficial, diplomático, militar, institucional o social.
Estas reglas son necesarias para entablar una relación de amistad y respeto entre las partes.
Viene del griego “protocollum” que significa “orden” y tuvieron su origen en el problema de las precedencias: con este orden reglamentario se evitan rozamientos y malos entendidos a la hora de tratar personas con cierto rango u honores.
Mientras que “etiqueta” podría identificarse como la manera o forma en que nos conducimos o nos presentamos en esos actos sociales. La etiqueta cotidiana se refleja en varias situaciones a las que nos enfrentamos diariamente, entre las que se encuentran: buenos modales en la mesa, presentaciones y cortesía, funerales, hoteles, restaurantes, espectáculos, etiqueta en el mundo de los negocios y en cualquier acto de carácter social o religioso.
La etiqueta y el protocolo implican normas de comportamiento establecidas para hacer la vida social más agradable, pero la diferencia se marca en que la etiqueta regula la conducta personal y el protocolo establece los criterios de trato y procedencia de una persona o institución.
La etiqueta no siempre implica reglas protocolarias, en cambio el protocolo sí incluye reglas de etiqueta en el comportamiento de cada persona.
La etiqueta implica dos conceptos: las normas de comportamiento (que se derivan de la experiencia de los buenos hábitos) y la vivencia de un sentido común práctico, el cual es transmitido por nuestros padres y el desenvolvimiento social que tengamos. Esto no quiere decir que es necesario proceder de una elite o esfera social privi- legiada o depender del dinero que se tenga. Me he encontrado en el transcurso de mi corta vida a seres privilegiadamente educados, lo cual han adquirido su exquisitez en medio de una atmósfera de paz, honestidad y buenos modales inculcados desde su niñez.
En cuanto a las reglas protocolares, es bueno recalcar que pueden variar de acuerdo a las costumbres y conductas.
0 comentarios:
Publicar un comentario