Las relaciones de RD con Haití son tan caóticas, que no me sorprende que asuntos comerciales sean manejados con criterios personales o emocionales. Necesitamos adoptar medidas que las institucionalicen, para que sean respetuosas; establecer reglas y normas claras, eficientes, sobre la política migratoria, frontera, aduana, comercio, etc.
Haití todavía no ha cicatrizado heridas de sus orígenes. Cualquier situación la lleva al pasado para justificar su presente. No pierde la oportunidad de buscar algo o alguien, en quien descargar sus insatisfacciones. Su vecino, es el blanco perfecto.
El doctor Balaguer fue de los mandatarios que más conoció el alma de esta nación. De una forma u otra, dejó ver sus inquietudes con ella. Comprendió que necesitaban definir lo que quieren, ser más sincero consigo mismo. De ahí, que decidió respetar su privacidad. Nada de intimidar. En más de dos décadas como gobernante, nunca visitó su territorio.
Ese no ha sido el caso de los gobiernos del PLD. Se manejan con otros criterios. Quisieron demostrarle al mundo su generosidad y solidaridad con Haití, que los organismos internacionales lo captaran. Han ido a su territorio a llevarles ayudas técnicas, reforestar, obsequiarles universidad, darles facilidades para obras. Además, han sido muy permisivos con la política migratoria y comercial, al extremo, de que en ocho años, prácticamente, permitieron una invasión haitiana.
Balaguer fue cauteloso. Consideraba impredecible la reacción del vecino. Hoy tenemos los resultados. Tras las ayudas y visitas de Leonel Fernández y Danilo Medina a Haití, surgieron las vedas a la importación de pollos y huevos. Dijeron que por gripe aviar, luego razones económica. Ahora le tocó el turno a los envases plásticos. Aseguran que contaminan el medioambiente. Los pegamentos están tomando la misma suerte y luego vendrán otras cosas.
Reconozco que Haití es soberano, pero ¿qué oculta detrás de esas señales con nuestros productos? Con montañas de problemas, necesitan organizarse para llevar progreso sostenido a su país. ¿Qué quieren de nosotros?. No debemos quedarnos especulando sobre las vedas a los productos ni las grandes perdidas, debemos ver más allá. Es posible que busquen evadir un problema más profundo y serio. ¿En que condiciones llegan los haitianos aquí? ¿Qué es más valioso para cada nación, un producto o un ser humano?. Debemos reglamentarnos.
Creo que lo más prudente es mantener una actitud sobria, atenta, objetiva y proceder a establecer normas claras para las relaciones bilaterales. Procede organizar y definir las reglas en la frontera, aduana, migración, ¡en todo!. Guiarnos por el librito. La mejor forma de ayudarlos es siendo una roca, un parámetro firme. Por la veda de productos, dejaremos de recibir miles de millones de dólares pero no debemos distraernos buscándole solución sólo a eso. El gobierno haitiano sabe lo que estas vedas significan para la economía de RD y aun así, la sorprendieron.. ¿Por qué?. Cuidadito.
No es cuestión de manejarnos con los criterios comerciales que usamos con otras naciones ni de recurrir a la Organización Mundial del Comercio, OMC, Asociación Económica Europea, etc. a los que pertenecemos. Estamos en la misma isla.
El tratamiento con Haití requiere, reglas bilaterales, privadas y cumplirlas. Nunca perder de vista la historia ni las diferencias económicas, sociales y culturales actuales. Con ese diagnostico, hace tiempo que debimos estar aplicando el tratamiento efectivo en las raíces, ¡ una infraestructura fuerte e insobornable!!. Esto es, proceder a definir los caminos dentro de la isla para evitar caer en zona de alto riesgo. ¡Urge hacerlo!
Haití todavía no ha cicatrizado heridas de sus orígenes. Cualquier situación la lleva al pasado para justificar su presente. No pierde la oportunidad de buscar algo o alguien, en quien descargar sus insatisfacciones. Su vecino, es el blanco perfecto.
El doctor Balaguer fue de los mandatarios que más conoció el alma de esta nación. De una forma u otra, dejó ver sus inquietudes con ella. Comprendió que necesitaban definir lo que quieren, ser más sincero consigo mismo. De ahí, que decidió respetar su privacidad. Nada de intimidar. En más de dos décadas como gobernante, nunca visitó su territorio.
Ese no ha sido el caso de los gobiernos del PLD. Se manejan con otros criterios. Quisieron demostrarle al mundo su generosidad y solidaridad con Haití, que los organismos internacionales lo captaran. Han ido a su territorio a llevarles ayudas técnicas, reforestar, obsequiarles universidad, darles facilidades para obras. Además, han sido muy permisivos con la política migratoria y comercial, al extremo, de que en ocho años, prácticamente, permitieron una invasión haitiana.
Balaguer fue cauteloso. Consideraba impredecible la reacción del vecino. Hoy tenemos los resultados. Tras las ayudas y visitas de Leonel Fernández y Danilo Medina a Haití, surgieron las vedas a la importación de pollos y huevos. Dijeron que por gripe aviar, luego razones económica. Ahora le tocó el turno a los envases plásticos. Aseguran que contaminan el medioambiente. Los pegamentos están tomando la misma suerte y luego vendrán otras cosas.
Reconozco que Haití es soberano, pero ¿qué oculta detrás de esas señales con nuestros productos? Con montañas de problemas, necesitan organizarse para llevar progreso sostenido a su país. ¿Qué quieren de nosotros?. No debemos quedarnos especulando sobre las vedas a los productos ni las grandes perdidas, debemos ver más allá. Es posible que busquen evadir un problema más profundo y serio. ¿En que condiciones llegan los haitianos aquí? ¿Qué es más valioso para cada nación, un producto o un ser humano?. Debemos reglamentarnos.
Creo que lo más prudente es mantener una actitud sobria, atenta, objetiva y proceder a establecer normas claras para las relaciones bilaterales. Procede organizar y definir las reglas en la frontera, aduana, migración, ¡en todo!. Guiarnos por el librito. La mejor forma de ayudarlos es siendo una roca, un parámetro firme. Por la veda de productos, dejaremos de recibir miles de millones de dólares pero no debemos distraernos buscándole solución sólo a eso. El gobierno haitiano sabe lo que estas vedas significan para la economía de RD y aun así, la sorprendieron.. ¿Por qué?. Cuidadito.
No es cuestión de manejarnos con los criterios comerciales que usamos con otras naciones ni de recurrir a la Organización Mundial del Comercio, OMC, Asociación Económica Europea, etc. a los que pertenecemos. Estamos en la misma isla.
El tratamiento con Haití requiere, reglas bilaterales, privadas y cumplirlas. Nunca perder de vista la historia ni las diferencias económicas, sociales y culturales actuales. Con ese diagnostico, hace tiempo que debimos estar aplicando el tratamiento efectivo en las raíces, ¡ una infraestructura fuerte e insobornable!!. Esto es, proceder a definir los caminos dentro de la isla para evitar caer en zona de alto riesgo. ¡Urge hacerlo!
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