Dentro de la cotidianidad las protestas sociales forman parte de la misma. Son frecuentes las manifestaciones de protestas que día por día realizan diversos grupos laborales y comunitarios en diferentes puntos del país, en reclamo de mejores condiciones de trabajo o de realización o reparación de obras públicas, como son calles y carreteras y/o por mejoras en los servicios públicos en cuanto al suministro de agua, electricidad, educación y escuelas, salud y hospitales, y saneamiento ambiental, entre otras demandas de la población.
Por suerte para el Gobierno esas protestas en las calles sólo expresan demandas puntuales, al tiempo de abarcar a sectores específicos por lo que las protestas son puntuales y sectoriales, las cuales se van sucediendo de forma aislada y diluyéndose por efecto del paso del tiempo o por negociaciones que débilmente responden a las reivindicaciones planteadas.
En ese orden, el tema del presupuesto introduce un nuevo motivo que habrá de alentar las protestas de diversos sectores, incluyendo a los mismos legisladores, al dejarse fuera obras públicas que son de interés de las diversas provincias y también de los propios representantes, diputados y senadores. Por eso la discusión del presupuesto en el Congreso dará lugar a que la relación entre Gobierno y esos sectores no sigan en la “luna de miel” en que hasta ahora se han mantenido. Por eso hay que ver como expresión de esa lucha el reclamo de los senadores por la reformulación del Presupuesto, así como de otros representantes y sectores que buscarán que las obras de su interés sean reconsideradas dentro del Presupuesto para el 2014. De este modo, la discusión del Presupuesto será, en consecuencia, otro motivo de protestas sociales.
¡Ojalá que el Gobierno tenga respuestas equilibradas!
martes, 8 de octubre de 2013
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