Un tema vital

Por Lic. Jordi Veras Rguez.--En nuestro país sufrimos de que un tema o una noticia borra otro de la opinión importante del público.  Es por eso que cada quien debe ir buscando la forma de evitar que un tópico no sea borrado de la mente de las personas y más si considera que es de importancia para la colectividad y que no se trata de un asunto meramente particular.
    
Hace semanas salieron vertidas varias declaraciones y fueron muchos los que por las redes sociales dieron sus opiniones y coincidió bastante con la renuncia de jueces y fiscales en esos momentos, fruto de la situación y condición que entendían esos, hasta entonces magistrados, que ya no encontraban dentro del ámbito de la judicatura o del Ministerio Público.
    
De lo anterior el actual presidente de la Suprema Corte de Justicia, refiriéndose al tema, indico lo siguiente: “que los jueces no sienten con dignidad, para trabajar  en pésima condiciones de infraestructura  y bajo salarios”. “…es  indignante la situación en que se encuentra el Poder Judicial en el país, donde muchos jueces han tenido que renunciar debido a los bajos salarios y las  condiciones inadecuadas para desempeñar sus labores”.  Esto que expresa quien bien conoce la situación en la que está y se encuentra la Justicia Dominicana.  Es algo que aquellos y aquellas que ejercemos, vemos lo que es la realidad de la misma, las condiciones precarias muchas veces que les impide hacer una labor en ocasiones al ritmo que se espera.  Ya fuere por personal, capacitación, mayores salas o tribunales en diversas atribuciones, en fin, para realizar labores administrativas o de mantenimiento en los mismos.
    
A esta ola de preocupaciones también se dio a conocer hace unas semanas, lo declarado por la Magistrada Fiscal del Distrito Nacional, Yeni B. Reynoso,  en su cuenta de twitter, cuando expresó y citamos: ”que tanto el Ministerio Público como el Poder Judicial de República Dominicana sufren de las mismas “precariedades”.  “Las reales precariedades que tiene el Poder judicial son las mismas que tiene el ministerio público. No podemos hablar de un plan de seguridad integral y eficacia en la persecución si no somos capaces de tener un sistema que produzca sentencias”.

En el país en el que se está luchando contra el crimen organizado y el grado de delincuencia al que hemos llegado, con las nuevas técnicas que se han ido creando y perfeccionando los delincuentes, así cómo este fenómeno se ha desarrollado a nivel internacional y del cual no podemos sustraernos; se hace inevitable que podamos fortalecer, y no permitir debilidades en condiciones adecuadas y óptimas para el sistema judicial dominicano y para los representantes de la sociedad.
    
Para poner un ejemplo, en esta ciudad de Santiago de los Caballeros, hace tiempo que se requiere nuevas salas en atribuciones civiles y penales, porque el cúmulo de trabajo en ambos ámbitos es demasiado para los expedientes que se están conociendo y cómo ha crecido la demarcación desde que fue instaurado el sistema de salas, desde el año 2000 y desde que fueron creados los Colegiados en este Departamento Judicial.    En el caso del cuerpo del Ministerio Público, se hace necesario mejorar las condiciones de los fiscales, no solamente desde el punto de vista de los salarios, sino de los elementos que rodean su labor a nivel de seguridad, inteligencia,  ambiente de trabajo; que sienta que detrás de su labor, existe un Estado dándole el apoyo en hecho. 

Respecto a todo lo planteado más arriba, expongo los criterios emitidos hace unas semanas, por la Magistrada Julissa Rosario, Directora Técnica de la Fiscalía de Santiago, en un artículo publicado en este mismo diario, titulado “Fuga de Cerebros”, entre otras cosas indicó:”… los fiscales realizamos labores de extremado riesgo, sin condiciones adecuadas de seguridad, pues recordemos los casos de los Lics. José Aníbal Trejo, ex Procurador Fiscal de Santiago y Omar Álvarez, Procurador Fiscal de la Provincia Santo Domingo, siendo el primero de ellos gravemente herido por varios impactos de bala durante la realización de una requisa a una vivienda en el sector de La Villa Magisterial de Santiago de los Caballeros; el segundo, resultó muerto en medio de la ejecución de un allanamiento, a causa de varios disparos de arma de fuego que le realizara el sujeto allanado.  
    
De igual forma percibimos un salario totalmente desproporcional con las funciones que desempeñamos. En muchas ocasiones laboramos 10 y hasta 12  horas diarias para poder procesar un caso, debido a la escasez de personal, a las precariedades que también tenemos en herramientas de investigación y ante la ausencia de una policía técnica judicial”.
        
Continúa expresando: “Durante más de cinco (5) años los sueldos del personal del Ministerio Público permanecieron totalmente estáticos, a pesar de los grandes incrementos en los precios de todos los servicios en el país y ni hablar del costo actual de los combustibles”. “Esta situación provocó la insistente solicitud de aumento por parte del cuerpo técnico de la Organización, liderado por la Asociación Dominicana de Fiscales de Carrera (ADOFIC), gracias a lo cual, a mediados de este año, se logró un ligero incremento de un quince (15) por ciento, sin embargo, esto no se corresponde con el nivel de inflación de los últimos años”. 
        
“Ineludiblemente, esta temática debe ser abordada con carácter de urgencia por las autoridades correspondientes, toda vez que está en riesgo la estabilidad, la funcionalidad y la calidad del Sistema de Justicia Dominicano, ya que, como hemos visto, se trata de un mal que afecta a los principales actores del mismo…”
    
El tema de mejorar las condiciones en la Justicia y el Ministerio Público, es algo que debe llamar la atención de los principales sectores del país, preocupados con lo que estamos viviendo en estos tiempos.  Los legisladores deben tomar muy en cuenta, al momento de conocer lo referente al presupuesto, para que la parte de darle condiciones de dignidad a la justicia y los representantes de la sociedad, sea un asunto que se tome con la seriedad que requiere.  Si queremos que se siga ofreciendo con  buen desempeño, como hasta ahora, a pesar de las condiciones,  vamos a darle la prioridad que merece cada función.