Dinamismo crítico

El gobernador del Banco Central ha dado a conocer que la economía ha crecido en el último trimestre en 5.5%, marcando una tendencia de recuperación de su dinamismo, lo que ha hecho que en lo que va del año el crecimiento se sitúe en 2.9% impulsada por el dinamismo de los sectores estratégicos de la economía. Se trata de una información positiva dirigida a crear una percepción optimista de la situación económica del país.
    
Esa percepción derivada de las informaciones oficiales del BC, sin embargo, contrasta con otras situaciones y percepciones que más bien hablan del apuro económico por el que atraviesa el Gobierno y los agentes económicos, así como la propia población, para quienes la situación económica se presenta crítica. Por eso, simultáneamente, sectores oficialistas se plantean la necesidad de una reformulación del presupuesto para el 2014, de modo que las obras demandadas en las diversas provincias no queden fuera, pese a que se reconoce que el gran peso de la deuda que consume más de 189 mil millones de pesos más los subsidios, reducen las disponibilidades del gobierno para responder a las demandas y necesidades de las comunidades.
   
En relación a esa situación presupuestal, el economista Ceara Hatton señala que el principal problema  del gobierno  se origina por el pago de la deuda y los subsidios, problema sobre los que dice: “El que se endeuda para pagar intereses o para subsidiar, está cayendo en una terrible trampa financiera, lo cual es insostenible”. Esa trampa será mayor a medida que el país se siga endeudando en el exterior, tal como lo evidencia la colocación de US$ 500 millones en bonos soberanos que ampliarán los requerimientos de la deuda externa, aunque por el momento esa entrada de recursos externos dinamice una economía que al mismo tiempo marcha también críticamente. Esa contrariedad es lo que motivó, en su momento, al Presidente Medina decir que el Gobierno hace “malabares” con la economía nacional.
    
Esa precariedad, junto a la imposibilidad de cambiar de rumbo, es lo que hace que el Gobierno no tenga respuestas frente a los graves problemas nacionales acumulados, los cuales cada vez más actúan como caldo de cultivo de las continuas protestas sociales que se acrecientan a medida que el dinamismo económico se haga insostenible y apriete más a la población que carga con los sacrificios que imponen el costo de la deuda y los subsidios.  
¡El gran reto es cómo salir de ese círculo vicioso!