El arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, dijo ayer que el dinero fruto de la corrupción es un dinero ensangrentado que hace daño y pide reflexionar antes de poner la mano sobre el mismo.
“Hay dinero ensangrentado, dinero podrido, dinero que está corrupto, y por eso ese dinero hace daño”, declaró el mitrado católico.
A juicio de monseñor de la Rosa y Carpio, el problema del dinero sucio o ensangrentado “es una realidad, y es un hecho que nos hace reflexionar a todos”.
El Arzobispo de Santiago contó en su articulo Un Momento del diario digital, una anécdota sobre este caso y es que en la historia de la humanidad o en la historia de la Iglesia.
Se le señala con el Rey de Nápoles y San Francisco de Paula, un sacerdote que vivía inmensamente la espiritualidad de San Francisco. Ese sacerdote denunciaba los excesos y las violaciones del monarca en el siglo XV.
Dijo que “El rey de Nápoles primero lo amenazó, y las amenazas frente a su vida no siguieron, luego trató de comprarlo ofreciéndole dinero para obras especiales que tenía el padre.
Manifestó que “El padre fue, tomó una de las monedas que tenía el Rey, la partió por la mitad y le echó sangre. El Rey cayó de rodillas, porque el padre le dijo, “su dinero está lleno de sangre”.
Concluyó el arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, en que puede ser que haya dinero que corra, pero si lo partimos por la mitad,” echará gotas de sangre”.
“Hay dinero ensangrentado, dinero podrido, dinero que está corrupto, y por eso ese dinero hace daño”, declaró el mitrado católico.
A juicio de monseñor de la Rosa y Carpio, el problema del dinero sucio o ensangrentado “es una realidad, y es un hecho que nos hace reflexionar a todos”.
El Arzobispo de Santiago contó en su articulo Un Momento del diario digital, una anécdota sobre este caso y es que en la historia de la humanidad o en la historia de la Iglesia.
Se le señala con el Rey de Nápoles y San Francisco de Paula, un sacerdote que vivía inmensamente la espiritualidad de San Francisco. Ese sacerdote denunciaba los excesos y las violaciones del monarca en el siglo XV.
Dijo que “El rey de Nápoles primero lo amenazó, y las amenazas frente a su vida no siguieron, luego trató de comprarlo ofreciéndole dinero para obras especiales que tenía el padre.
Manifestó que “El padre fue, tomó una de las monedas que tenía el Rey, la partió por la mitad y le echó sangre. El Rey cayó de rodillas, porque el padre le dijo, “su dinero está lleno de sangre”.
Concluyó el arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, en que puede ser que haya dinero que corra, pero si lo partimos por la mitad,” echará gotas de sangre”.
0 comentarios:
Publicar un comentario