Inicia Norman Vincent Peale el capítulo ocho de su libro, “El Poder del Pensamiento Tenaz”, con una fuerte afirmación: “Si usted piensa en la derrota, la obtendrá. Adopte la actitud de no creo en el fracaso”.
Ante las dificultades, propone repetir frecuentemente la fórmula: “Puedo hacer todo a través de Cristo, porque Él me fortalece (Filip. 4:14)”. Después de un rato, su subconsciente comenzará a devolverle la verdad, esa verdad de que, con la ayuda de Jesucristo, no habrá obstáculo que no pueda vencer”. Pág. 143.
Propone Peale que pongamos fin a muchas frases negativas que usamos en el diario vivir como: “temo que llegaré tarde” o “creo que no podré hacerlo”, y afirma: “Esas pequeñas negaciones y, por supuesto que un gran pensamiento es, naturalmente, más poderoso que uno pequeño, pero no se debe olvidar que los grandes robles salen de pequeñas bellotas, y si una masa de pequeñas negaciones salpican su conversación, no dejarán de infiltrarse en su mente...Fórmese la actitud de que no puede remover ningún obstáculo y no lo removerá…Pág. 114.
Si usted ha sido derrotado por mucho tiempo por una dificultad, es debido a que, por semanas, meses e incluso años, se ha dicho que no puede hacer nada para evitarlo. Usted se ha hecho ver a sí mismo su incapacidad, y su mente, gradualmente ha aceptado la conclusión, y cuando su mente esté convencida, usted lo estará, porque así como piensa, así se es.
Por el contrario, si emplea el nuevo creador concepto: “puedo hacer todo a través de Cristo”, entonces desarrollará un nuevo sesgo mental. Resalte vivamente esa actitud positiva de que puede hacer algo con las dificultades y comenzarán a suceder sorprendentes resultados. De pronto descubrirá un poder que desconocía.” Pág. 145.
Más adelante Peale cita al famoso cirujano George W. Crile, quien decía: “Tenemos miedo no solo en la mente, sino también en el corazón, en el cerebro y en las vísceras. Cualquiera que sea la causa del miedo o de la preocupación, el efecto se notará siempre.
En las células, los tejidos y los órganos del cuerpo. Todos los doctores atienden casos de enfermedades que han sido causadas directamente por el miedo y agravadas por la preocupación y los sentimientos de inseguridad.” Pág. 155.
“No se desanime, las preocupaciones se pueden vencer y el primer paso es, simplemente creer que puede hacerlo. Hará lo que cree poder hacer con la ayuda de Dios”. Para ello propone un procedimiento práctico que hemos visto en artículos anteriores: “Pruebe a vaciar diariamente su mente. Esto puede hacerse, preferiblemente por la noche, antes de acostarse, para evitar la retención de las preocupaciones en la conciencia mientras duerme…Repita las siguientes afirmaciones:
“Con la ayuda de Dios, estoy vaciando mi mente de toda ansiedad, de todo temor, de todo sentimiento de inseguridad”. Repita el enunciado cinco veces mientras representa su mente vacía de todas esas ideas. Después, dé gracias a Dios por haberlo liberado del miedo y váyase a dormir.” Pág. 156.
“El miedo es el más poderoso de todos los pensamientos, con una excepción y esta sola excepción es la fe. La fe siempre puede vencer el miedo…Si cambia en su mente el miedo por la fe, dejará de crear el objeto de sus temores y realizará, en su lugar, el objeto de su fe. Inunde su mente con pensamientos sanos, pensamientos de fe y no de miedo y producirá resultados de fe en vez de resultados de miedo.” Pág. 158.
Es que, como hemos visto hasta ahora, el poder de nuestra mente, bien manejado, puede llevarnos al temor o el miedo paralizantes o a la conquista del éxito.
Ante las dificultades, propone repetir frecuentemente la fórmula: “Puedo hacer todo a través de Cristo, porque Él me fortalece (Filip. 4:14)”. Después de un rato, su subconsciente comenzará a devolverle la verdad, esa verdad de que, con la ayuda de Jesucristo, no habrá obstáculo que no pueda vencer”. Pág. 143.
Propone Peale que pongamos fin a muchas frases negativas que usamos en el diario vivir como: “temo que llegaré tarde” o “creo que no podré hacerlo”, y afirma: “Esas pequeñas negaciones y, por supuesto que un gran pensamiento es, naturalmente, más poderoso que uno pequeño, pero no se debe olvidar que los grandes robles salen de pequeñas bellotas, y si una masa de pequeñas negaciones salpican su conversación, no dejarán de infiltrarse en su mente...Fórmese la actitud de que no puede remover ningún obstáculo y no lo removerá…Pág. 114.
Si usted ha sido derrotado por mucho tiempo por una dificultad, es debido a que, por semanas, meses e incluso años, se ha dicho que no puede hacer nada para evitarlo. Usted se ha hecho ver a sí mismo su incapacidad, y su mente, gradualmente ha aceptado la conclusión, y cuando su mente esté convencida, usted lo estará, porque así como piensa, así se es.
Por el contrario, si emplea el nuevo creador concepto: “puedo hacer todo a través de Cristo”, entonces desarrollará un nuevo sesgo mental. Resalte vivamente esa actitud positiva de que puede hacer algo con las dificultades y comenzarán a suceder sorprendentes resultados. De pronto descubrirá un poder que desconocía.” Pág. 145.
Más adelante Peale cita al famoso cirujano George W. Crile, quien decía: “Tenemos miedo no solo en la mente, sino también en el corazón, en el cerebro y en las vísceras. Cualquiera que sea la causa del miedo o de la preocupación, el efecto se notará siempre.
En las células, los tejidos y los órganos del cuerpo. Todos los doctores atienden casos de enfermedades que han sido causadas directamente por el miedo y agravadas por la preocupación y los sentimientos de inseguridad.” Pág. 155.
“No se desanime, las preocupaciones se pueden vencer y el primer paso es, simplemente creer que puede hacerlo. Hará lo que cree poder hacer con la ayuda de Dios”. Para ello propone un procedimiento práctico que hemos visto en artículos anteriores: “Pruebe a vaciar diariamente su mente. Esto puede hacerse, preferiblemente por la noche, antes de acostarse, para evitar la retención de las preocupaciones en la conciencia mientras duerme…Repita las siguientes afirmaciones:
“Con la ayuda de Dios, estoy vaciando mi mente de toda ansiedad, de todo temor, de todo sentimiento de inseguridad”. Repita el enunciado cinco veces mientras representa su mente vacía de todas esas ideas. Después, dé gracias a Dios por haberlo liberado del miedo y váyase a dormir.” Pág. 156.
“El miedo es el más poderoso de todos los pensamientos, con una excepción y esta sola excepción es la fe. La fe siempre puede vencer el miedo…Si cambia en su mente el miedo por la fe, dejará de crear el objeto de sus temores y realizará, en su lugar, el objeto de su fe. Inunde su mente con pensamientos sanos, pensamientos de fe y no de miedo y producirá resultados de fe en vez de resultados de miedo.” Pág. 158.
Es que, como hemos visto hasta ahora, el poder de nuestra mente, bien manejado, puede llevarnos al temor o el miedo paralizantes o a la conquista del éxito.
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