Con una deuda que ronda los US$3,000 millones por suministro de petróleo, el país podría tener serias dificultades si los chavistas son desplazados del Gobierno y Venezuela cambia las reglas del juego del acuerdo Petrocaribe.
Hugo Rafael Chávez Frías cambió la historia política de Venezuela e influyó en la región. Nació en Sabaneta, el 28 de julio de 1954 y murió en Caracas, el 5 de este mes, a los 58 años de edad. Militar de carrera. Artífice de una frustrada rebelión armada contra Carlos Andrés Pérez, llegó a Miraflores por el voto popular el 2 de febrero de 1999. Fue víctima de un efímero golpe de Estado. Cambió la Constitución. Con expresiones como “Revolución bolivariana” o “Socialismo del siglo 21” construyó un amplio liderazgo en América Latina a base de lo que muchos denominan “la diplomacia del petróleo”.
Ahora, una sucesión de un grupo político distinto al que encabezó podría llevar a un cambio de Venezuela en su estrategia favorable para los países beneficiados con Petrocaribe, incluyendo a República Dominicana, que a partir del acuerdo dejó de confrontar problemas con el suministro del petróleo y sus derivados y se alejó de México como suplidor.
Hay que recordar que el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, del partido Primero Justicia y ex candidato presidencial de la Unidad Democrática en las elecciones de octubre del año pasado en la que logró 44.39% de los votos, acusó a la gestión de Chávez de regalar a otros países casi US$170,000 millones de los recursos petroleros venezolanos. “En este país no se va a regalar en el futuro ni una gota de petróleo, aquí hay muchos problemas que resolver”, llegó a decir, en una abierta alusión a Petrocaribe que permite a 18 países de la región, incluyendo a varias islas, financiar su factura petrolera.
Aunque las encuestas favorecen a Capriles, en desventaja ante el vicepresidente Nicolás Maduro, el ungido de Chávez para su sucesión, está por verse si el chavismo conservará la fuerza como para mantener en todas sus formas y niveles las políticas implantadas por su líder.
Impacto. Al ponderar el posible impacto de la muerte de Chávez, el economista Jaime Aristy Escuder recuerda que Venezuela financia al país a 25 años y una tasa de interés de 1%, el 12% del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pago, que ronda los US$4,000 millones. “Si desapareciese Petrocaribe habría una presión significativa sobre el mercado cambiario. Eso implica una tendencia a la depreciación del peso y el Gobierno (de Danilo Medina) no puede darse ese lujo”, apunta.
Insiste en que ni Maduro, si llegara a suceder a Chávez, soportaría Petrocaribe por mucho tiempo. “Fíjate en la devaluación ya de la moneda venezolana, los incrementos de precios, la tasa de desempleo, los dese-quilibrios internos que tiene. Ya Venezuela es una economía totalmente destruida. O sea, el comandante Hugo Chávez tomó muchas decisiones erradas desde el punto de vista económico, lamentablemente, y la economía no tiene capacidad de mantener estos flujos de recursos hacia el exterior sin invertirlos internamente”.
El endeudamiento de República Dominicana con Venezuela crece de manera constante en los últimos años, luego de la firma del acuerdo Petrocaribe. En 2008 el monto era de US$1,232.6 millones, lo cual representaba el17.1% de la deuda del sector público no financiero. En 2009 subió a US$1,466.8 millones (17.9%), en 2010 aUS$1,849.5 millones (18.6%), en 2011 a US$2,444.5 millones (21%); en 2012 a US$3,029.9 millones (23.5%) y en enero de este año 2013 se sitúo en 3,081.4 (23.9%), según la Dirección General de Crédito Público, del Ministerio de Hacienda. La deuda total con el país suramericano asciende a US$3,137.6 millones (24.3%).
En el furor de las estrechas relaciones personales que mantuvo con Leonel Fernández y con el país, Chávez convirtió a Venezuela en socio del Estado dominicano al propiciar que PDVSA comprara el 49% de las acciones que tenía la Shell Company en la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa).
Chávez, que llegó a confesar que vivió un tiempo en el populoso barrio capitaleño de Los Mina, también despertó furor entre los remanentes de la izquierda dominicana y amplios sectores populares de la población. Esto quedó evidenciado en decenas de caminatas, misas, viacrucis y hasta en el grupo de jóvenes religiosos que se raparon la cabeza en solidaridad con el paciente Hugo, cuando perdió el cabello producto del cáncer que al final lo mató.
En el plano humanitario, su gobierno financió la construcción en Bonao del proyecto habitacional “Simón Bolívar” con 100 viviendas destinadas a damnificados de las tormentas tropicales “Olga” y “Noel”. Los conflictos en la supuesta distribución irregular de las “Petrocasas”, valoradas en US$15 millones, provocaron quejas diplomáticas desde el gobierno de Caracas.
Frialdad entre Leonel y Hugo. Desde el poder Chávez mantuvo al menos un podio abierto desde el cual presidentes de la región como Rafael Correa, Evo Morales o Daniel Ortega promovieron un cuestionamiento constante al “imperialismo” de Estados Unidos. Los gobiernos de países como Brasil, Argentina y República Dominicana habían puesto cierta distancia de estas prédicas que nunca asumieron en forma abierta, aunque sí trataron, en el caso de Leonel Fernández sobre todo, de mantener encantado “al comandante Chávez” y, por consiguiente, encendida la llama de su solidaridad petrolera.
Pero la relación Chávez-Fernández se enfrió en los últimos años. No era la misma de 2008, cuando el presidente dominicano contribuyó con su mediación, en la XX Cumbre del Grupo Río celebrada en Santo Domingo en marzo de ese año, a superar el conflicto diplomático surgido entre Ecuador y Colombia por la incursión militar de la gestión de Álvaro Uribe sobre suelo ecuatoriano para poner fin a la vida del guerrillero Raúl Reyes, jefe de las FARC.
Venezuela y Nicaragua se habían alineado con Ecuador y en la región se respiraba un ambiente guerrerista cuando Fernández propició el famoso apretón de manos entre Correa, de Ecuador, y Álvaro Uribe, de Colombia, al que se sumaron Chávez y Daniel Ortega. Pero ese mismo presidente dominicano trajo al país al año siguiente al Manuel Zelaya destituido por la Suprema Corte de Justicia de Honduras, una salida política que fue rechazada por Caracas.
Inversiones en RD. En los últimos años, República Dominicana se beneficia de un aumento de las inversiones de Venezuela, que algunos atribuyen a la fuga de capitales producto del ambiente político propiciado por el gobierno de Chávez, y otros, a una simple expansión de los empresarios de la sureña nación.
Aunque las cifras varían dependiendo de la fuente, la inversión directa acumulada de Venezuela fue estimada en 2011 por el Banco Central en US$265.6 millones; en US$900 millones por el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD) y en US$4,000 millones por la Cámara de Comercio Venezolana-Dominicana.
En el país tienen inversiones cuantiosas los grupos Cisneros, en el sector ecoturístico, y Velutini, propietario de la plaza Blue Mall Santo Domingo. Otras empresas son Inverpata, S.A, del empresario Pier Dahas; el grupo Cohen, de la Plaza Sambil, y Álvaro Gorrín, propietario de Novo Centro. También tiene presencia el Banesco y Bancamérica, en el sector bancario.
Omar Farías adquirió las acciones de Sol Seguro. Las inversiones alcanzan además los cementerios privados Jardín Memorial y Puerta del Cielo; Allied British Corporation, Yazoo Investments, Vista Cana Resort & Camp, Country Club y el Grupo V3. El futuro dirá si esta inversión seguirá en aumento en caso de que se produzca un cambio político que algunos esperan o vaticinan en Venezuela.
0 comentarios:
Publicar un comentario