Chavismo sin Chávez

PorJorge G. Alvear.--

Falleció Hugo Chávez y Venezuela encarará el futuro sin su dirección.

La agencia Reuters reportó que cuando el cortejo fúnebre se dirigía a la Academia Militar de Caracas, Chávez fue exaltado por sus seguidores “como un padre espiritual que sacrificó su vida por su país (…) lo llaman un mártir”. Para la agencia, “Chávez fue el rostro de las masas en el país sudamericano, que dicen que sus necesidades fueron ignoradas durante décadas por los gobernantes de piel más clara hasta que él llegó”.

Terry Wade, autor de la nota vaticina que la “huella de Chávez puede durar años” y Maduro es favorito para ganar las elecciones, no obstante la falta de carisma, aunque sugiere que podría adquirirlo con el tiempo. Pero hay otras visiones, entre ellas, la de venezolanos entrevistados en estaciones de televisión y publicaciones de distintos países, coincidentes en que mantener el chavismo constituiría una empresa difícil.

Al menos, el forcejeo para hacerse del poder, entre Maduro y Diosdado Cabello, estaría en su punto más bajo, facilitando que el primero asuma como presidente encargado, no obstante que corresponde a Cabello el encargo, por mandato constitucional.

Aún así, subsiste el riesgo de fraccionamiento en el chavismo, que sigue a distintos líderes de menos monta, entre ellos Adán Chávez. Así, habría un problema para invocar la unidad del electorado, que el pasado mes de octubre reeligió a Chávez.

Las dudas aparecieron con la ausencia de Cabello en la rueda de prensa en que se anunció la muerte de Chávez. Pero también estuvo ausente en dos actos previos, para anunciar el estado de su enfermedad.

El mismo día del anuncio del deceso se produjeron actos violentos y muy graves. Hubo saqueos y la agresión a la periodista corresponsal de la cadena RCN en Caracas, Carmen Andrea Rengifo, frente al Hospital Militar, y la policía permitió el ataque. En la comunidad judía existió temor.

Estos, entre otros, indicios hacen especular que se habría optado por la vía del amedrentamiento –incluidas las primeras declaraciones de Cabello advirtiendo a la oposición–, ante el descontrol en el campo político, que fue necesario enfrentar con medidas drásticas, como la movilización de la milicia “para proteger a la población”.

Otras visiones ubican a Maduro, buscando asegurar su mando dentro del chavismo. Los numerosos líderes reclaman ser tomados en cuenta y su porción del poder. Al mismo tiempo tiene que ratificarle a la cúpula de las Fuerzas Armadas las prebendas recibidas durante 14 años. Esto conduce a considerar que el chavismo tiene un componente heterogéneo que trasciende la población civil de las camisas, banderas y boinas rojas. Tiene poder condicionado por las Fuerzas Armadas y el más cercano a ellas es Diosdado Cabello, que levanta menos recelo que Maduro y las “interpreta” mejor.

Existe un desmejoramiento de la asistencia social por dificultades económicas del país, desabastecimiento de alimentos, medicinas, “inflación rugiente”, electricidad y agua potable poco fiable. Todo dificulta a la población aceptar explicaciones de un líder distinto de Chávez, quien sí gozaba de credibilidad.

Más aún, con la sospecha del engaño sobre la fecha real de la muerte de Hugo Chávez que vincula al mismo Maduro. Diario ABC afirma que Chávez falleció en la Habana y fue trasladado a Caracas horas previas al anuncio del deceso.