lunes, 17 de febrero de 2014

Cada día… una experiencia

Aprender a vivir cada día con su carga, sin menos ni más, es el reto que todos debemos afrontar en tiempos donde se vive preocupado por lo que pasó y lo que pasará, dejando de lado el ahora.
Tenemos la manía de lamentarnos por lo que hicimos y lo que pudimos haber hecho… y no entendemos que no hay manera de cambiar las huellas que dejamos atrás, pero sí podemos mejorar los resultados con nuevos y mejores pasos… fruto del aprendizaje del camino andado.
Constantemente tenemos que tomar decisiones y de ellas tendremos resultados… unos los podremos visualizar y otros nos sorprenderán, pues nada es seguro, más si lo que buscamos no depende de manera exclusiva de nosotros.
Saber adaptarse, mirar con ojo crítico y darnos el tiempo de evaluar son reglas básicas para lograr sacar el mejor partido a cada experiencia.
Entender que no hay solamente blanco y negro, sino una paleta completa de colores es otra enseñanza que debemos de interiorizar si queremos disfrutar de cada momento de nuestras vidas, incluidas las personas con las que tenemos la oportunidad de conocer, compartir y vivir.
Lograr asumir que no somos los dueños de la verdad absoluta es otro de los axiomas que no podemos dejar de lado en nuestra estrategia de vida… cada día trae una carpeta de enseñanzas que si aprendemos a valorarlas tendremos la mitad del camino ganado y disfrutaremos cada paso.
Haz como los bebés: si te caes, levántate e inténtalo tantas veces como sera necesario.

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