Por Moisés Estévez.--“Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.” Salmos 39.6
El término riqueza, supone abundancia de bienes y objetos valiosos, de cualidades o atributos que se consideran apreciables o diversidad de cualquier cosa. También, muchos podrían entender por riqueza, dinero, fortuna, opulencia, bienestar, capital, hacienda, enriquecimiento, patrimonio, exuberancia, fertilidad, holgura, profusión, gran cantidad, entre otros.
Por otro lado, y por increíble que parezca, existen personas, que aun con gran cantidad de bienes, tienen mentalidad de pobreza, miseria, escasez, en definitiva de indigencia.
El ser humano es libre de aventurarse en cualquier tipo de actividad lícita, que le reporte un determinado beneficio, en ello no hay mal. La riqueza es útil pues puede servir para distintos propósitos. Lo malo es hacerse esclavo de la misma, pues hasta se pierde el sentido o fin para el que se obtiene. Sorprende ver, personas millonarias que no andan con aire acondicionado y se ahogan del calor “porque el vehículo me gasta más”, que no visten dignamente (no es que se tenga que andar rozagante todo el tiempo, pero tampoco raído, rotoso o desharrapado) que se eximen de todo, que no se comen ni un dulce, que no viajan ni disfrutan, que ni siquiera descansan! Si Ud. se pone a pensar, existen pobres ricos y ricos pobres! La riqueza es una actitud, no un estado de posesión o amasar de bienes! No estamos hablando de malgastar o despilfarrar, pero sí de poder “vivir bien”. Por otro lado, ser condescendientes con aquellos que estén realmente en necesidad. Dígale adiós a esa angurria!
La vanidad de la vida (Eclesiastés 5)
Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos. Además, el provecho de la tierra es para todos; el rey mismo está sujeto a los campos. El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad. Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?
Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia. Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal; las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano.
Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar en vano? Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor y miseria.
He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
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