También fueron “declarados” no gratos el excónsul haitiano Edwin Paraison y la Red Fronteriza Jano Siksé (RFJS), de la Orden de los Jesuitas.
Antes de proceder a la quema de la laureada novela, que trata sobre la dictadura trujillista, los “comunitarios” apalearon y pisotearon el libro del premio nobel de Literatura, alegando que “ofende a la mujer dominicana”.
Los dirigentes comunitarios advirtieron, incluso, de que "si en un plazo de 90 días esos extranjeros y ONGs no abandonan el país, las protestas no cesarán en todo el país".
Así mismo, pidieron a las autoridades impedir la entrada en un futuro del escritor, quien en un reciente artículo publicado en el diario español El País calificó la sentencia de "escandalosa" y de "aberración jurídica".
Los dirigentes comunitarios advirtieron, incluso, de que "si en un plazo de 90 días esos extranjeros y ONGs no abandonan el país, las protestas no cesarán en todo el país".
Asimismo, informaron de que desde hoy se declaran en protestas permanentes y que el 1 de diciembre marcharán en Santiago en apoyo a la sentencia emitida a finales de septiembre por el Tribunal Constitucional (TC) que niega la nacionalidad a los hijos de inmigrantes en situación irregular aunque hayan nacido en el país.
Portavoces de las organizaciones, entre ellos, José Alberto Peña, Leo Cabral y Luz Brito argumentaron que Gonzalo Vargas Llosa, Paraison y la Ong RFJS "están ofendiendo la nacionalidad dominicana y sus símbolos y patrios" y que "han declarado una campaña de "descrédito a nivel internacional" en contra del país.
También criticaron la supuesta campaña de "hostilidad" que realiza la Fundación Kennedy de EE.UU en perjuicio de la nación.
Argumentaron que Gonzalo Vargas Llosa, Paraison y la Ong RFJS "están ofendiendo la nacionalidad dominicana y sus símbolos y patrios".
En el acto, que se celebró en la casa club de la Coordinadora de Organizaciones Comunitarias y de Juntas de Vecinos de la zona sur de Santiago, los manifestantes ondearon la bandera dominicana y lanzaron consignas en contra de la "masiva" inmigración de haitianos indocumentados. en territorio dominicano.
Al mismo tiempo, criticaron a representantes de ONGs y organismos que, a su juicio, protegen a los haitianos. 'Ellos allá y nosotros aquí' o 'muerte a los traidores", eran algunas de las consignas de los manifestantes.
También se refirieron a la carta que envió esta semana al presidente Danilo Medina el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, en la que reclama que la República Dominicana sea suspendida del Foro del Caribe (Cariforum) si aplica la sentencia del TC.
"Que (Gonsalves) mande en su país, que aquí mandamos los dominicanos, por qué si siente tanta preocupación por Haití no lo ayuda a institucionalizarse y a resolver sus problemas económicos, políticos y sociales", señaló José Alberto Peña, vicepresidente de la Coordinadora de Organizaciones Comunitarias del sur de Santiago.
La sentencia puede afectar a unas 250.000 personas nacidas en República Dominicana, además de alrededor de 35.000 hijos de padres de diferentes nacionalidades. Activistas aseguran que la medida del tribunal dominicano afecta principalmente a personas de origen haitiano.
El Gobierno anunció el pasado 23 de octubre que acata la sentencia del TC y que en dos meses iniciará un plan de regularización de extranjeros.
En República Dominicana hay 53.847 hijos de padres extranjeros, de un total de 117 nacionalidades, de los cuales 24.392 fueron inscritos de forma irregular, según el inventario realizado por la JCE a los libros del registro civil, presentado a la prensa
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