Por Moisés Estévez.--“Una economía en la cual “el conocimiento (codificado y tácito) es creado, adquirido, trasmitido y utilizado más efectivamente por empresas, organizaciones, individuos y comunidades para un mayor desarrollo económico”. Dahlman y Anderson.
La economía basada en el conocimiento (EBC) o industria del conocimiento (“Knowledge Economy”), es el sector de la economía que emplea el conocimiento como elemento fundamental para generar valor y riqueza por medio de su transformación a información. Abarca rubros como la educación, investigación y desarrollo, alta tecnología, informática, telecomunicaciones, robótica, nanotecnología e industria aeroespacial. Desde finales del siglo XX, la inversión en capital intangible ha crecido considerablemente incluso en mayor medida que el capital tangible (maquinaria, materias primas, entre otras).
Realmente, la Economía del Conocimiento no genera valor y riqueza por medio de su transformación en información; sino que crea valor añadido en los productos y servicios en cuyo proceso de creación o transformación participa. El conocimiento es mucho más que mera información. La información son datos procesados con una utilidad general, mientras que el conocimiento significa formas, métodos y maneras de abordar y resolver problemas; significa entre otras muchas cosas, "Know-how", "Know Who" o herramientas o medios de producción para producir a su vez, o más conocimiento o productos y servicios con un valor añadido, útil y cuantificable para la sociedad.
La Economía del Conocimiento está estructurada bajo una base material que ha permitido grandes cambios sobre las actividades económicas, sociales y políticas. La nueva base material aplicada a la producción está constituida por el computador electrónico-digital que ha reconfigurado las relaciones sociales de producción, distribución e intercambio en el mundo.
De esta manera, el capitalismo contemporáneo presenta una Economía del Conocimiento donde las actividades de creación, adaptación, difusión y depreciación del conocimiento han crecido a un ritmo muy acelerado. En esta Economía del Conocimiento, se estructura un nuevo patrón industrial de desarrollo donde surgen nuevas industrias (software y telecomunicaciones) y las tradicionales se ven rejuvenecidas por la aplicación productiva de las nuevas tecnologías.
En el plano económico-político, las relaciones patronales-salariales han sido obligadas a cambiar, de acuerdo a las exigencias de estas nuevas condiciones. Las políticas económicas de los países -sobre todo los países desarrollados- han sido orientadas a la inversión en investigación y desarrollo tecnológico, educación, salud y en la complexión de sistemas nacionales de innovación como elemento fundamental para el desarrollo del país.
La denominada globalización ha sido posible debido a los logros tecnológicos del citado sector electrónico-informático, mismo que ha permitido una nueva división del trabajo cimentada en cadenas globales de producción, estipulando una cierta actividad -por vía de la subcontratación y similares- entre productores, distribuidores y compradores.
La rentabilidad del conocimiento sólo es posible cuando éste se ha codificado, convirtiéndose en conocimiento codificado (modelo, reglas generales, etc.) y quedando disponible para que algún colaborador trabaje con ello, bien sea en su beneficio individual o colectivo.
miércoles, 16 de abril de 2014
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