miércoles, 2 de abril de 2014

El Pacto Educativo

La firma del Pacto Educativo corona un largo proceso de consenso coordinado por el CES para la preparación de los lineamientos que traza el Pacto, y  que persiguen una educación dominicana de calidad y abarcadora de toda la población estudiantil, de modo que la educación sea un verdadero factor de desarrollo formador del hombre dominicano con las aptitudes y actitudes que lo hagan capaz de sustentar el desarrollo nacional.
    
Esta acción por la educación ha sido un esfuerzo de todos, pero resalta el hecho de que el Gobierno dominicano, encabezado por Danilo Medina, ha decidido tomar el eje educativo como un aspecto central de su gestión, promoviendo desde el Ejecutivo lo que el mismo gobierno ha llamado la “revolución educativa”, la cual se ha iniciado con el apoyo dado al 4%,  la jornada extendida y la construcción de aulas en todo el país. Esa movilización educativa tendrá como plataforma el plan contenido en el Pacto Educativo, con el cual el país no sólo tendrá una estrategia efectiva para combatir la pobreza, sino que pondrá al país en condiciones de insertarse efectivamente en la “sociedad del conocimiento” y del desarrollo tecnológico globalizado.
    
Con este paso auspiciado por el Gobierno, el Presidente Medina, hace honor a la visión preclara de su mentor y guía, el Prof. Juan Bosch, para quien el pueblo dominicano se caracterizaba por dos grandes problemas que han determinado su atraso: la pobreza y la ignorancia. Con la “revolución educativa” ahora impulsada por el Pacto Educativo”, el Gobierno intenta romper la barrera de la ignorancia y al mismo tiempo prepara a la juventud dominicana para ponerla en condiciones de superar la pobreza crónica que afecta a gran parte de la población. Esta acción de combate a la pobreza se articula con la política pública de  apoyo financiero y técnico a los productores nacionales de escasos recursos, para ponerlos en condiciones de elevar la producción y sus condiciones de vida, con lo cual se completa una verdadera estrategia de desarrollo que finalmente permitirá superar las dos condiciones iniciales del atraso dominicano, como son la pobreza y la ignorancia.   

Por un hombre nuevo

De seguirse por esa ruta no sólo se dará un salto hacia el desarrollo, sino que se echarán las bases para que los dominicanos puedan superar otra barrera que nos mantiene en el atraso: la predominante personalidad “medalaganaria” y/o autoritaria, muy común en todas las esferas públicas que, por su falta de capacidad y entrenamiento en la conducta racional, es incapaz de relacionar adecuadamente los “fines” con los “medios” metódicos de la acción, prefiriendo una solución arbitraria que se legitima con el uso de la fuerza bruta.     

De ahí otro grave problema de la vida nacional, como lo es la pobre institucionalidad y el bajo nivel de organización para el trabajo metódico que caracteriza a las organizaciones públicas y también privadas, como consecuencia de incumbentes “medalaganarios” habituados sobre todo a la improvisación desordenada y a la arbitrariedad salvaje.  
    
Esperemos, pues, que con el Pacto Educativo se haga realidad la “revolución educativa” por la que propugna el Gobierno.
¡Qué así sea!

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