Llegó a la Presidencia con amplios conocimientos de lo que significaba ser pobre. Solo necesitaba saber, que era ser rico. Luego de entender la diferencia entre ambos, elaborar el proyecto de la igualdad social.
Durante los doce años en el poder y como conocía de la pobreza, se concentró en documentarse sobre cómo viven los poderosos, millonarios, los tutumpotes, sus valores y estilo de vida. Para aprender con rapidez y ganar su confianza, se unió a ellos. Les hizo el juego y comenzó a darles señales de hacer fortuna, a fin de que les abrieran las puertas. “Si no puede vencer al enemigo, únete a el”. De ahí le surgió la idea de crear la Fundación Global, Democracia y Desarrollo, la exitosa Funglode, para intercambiar y darse las manos como iguales.
Muchos han criticado que la estableciera en su primer mandato. No podía perder tiempo. Fue parte del plan de acercarse a los ricos. La mejor forma de aprender algo es practicando. Recibió la bienvenida con espléndidos regalos.
Otra técnica que utilizó, para equiparse bien y en el futuro, ayudar los pobres, fue ir a escenarios internacionales. Este sacrificio de vivir entre tutumpotes, viajando, en foros internacionales, le permitió colocarse en las alturas, donde todos lo vieran, escucharan y ¡al fin! presenciar la pobreza en toda su dimensión, con más objetividad, fuera de ella.
Leonel, no ha tenido tiempo de pensar en su bienestar personal ni en hacer realidad sus sueños ni llenar vacíos de la niñez. Ha estado preparándose para ejecutar la segunda parte de su plan, combatir la miseria de la población. La tarea no ha sido fácil. Se ha visto precisado a sacar de las entrañas del pueblo, la materia prima, para establecer su plataforma por el mundo, EU, África, Europa, Asia, el Pacifico, etc. y hacer en Funglode, proyectos especiales como universidad, cine, películas, golf, etc., desvinculados de las necesidades básicas. Su sacrificio con y como rico, era un requisito previo para ayudar los hijos de machepa.
Ahora tendrá que volver a la presidencia de la República. Pero Danilo Medina, sin proponérselo, le ha destruido el plan. Lo había elaborado sobre la base de un pueblo hambriento e ignorante, incapaz de pensar. Danilo lo está alfabetizando, dándole comida, abriendo caminos, desarrollando sus potencialidades, los han puesto a pensar. ¡Que barbaridad! Tendrá rehacerlo. Lo conoceremos en la campaña.
Como se blindó, los que cuestionan sus acciones, los que lamentan, que no escogiera a Villa Juana, su cuna de nacimiento, como proyecto piloto para mostrar como se hacen los ricos, esos no lograrán hacerle daño. Su deber era “servir al partido para servir al pueblo” y el es su líder. Además, los componentes de su personalidad, intenciones y métodos, son diferentes a los de Lula Da Silva, José Mujica, Nelson Mandela, entre otros. ¡Su plan nunca fue de abajo hacia arriba!! como ellos y Danilo. El suyo es más “moderno, acorde con los nuevos tiempos” y para los que saben conceptualizar.
Leonel, ¡caramba!, todavía me duele. Hay recuerdos que duelen.
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