¿Cuántos haitianos viven entre nosotros? ¿A qué se dedican? ¿La mayoría son hombres o mujeres? ¿Qué edades predominan? ¿Viven en el campo o en las ciudades? ¿Están casados o solteros?¿Con qué tipo de documentación legal andan? ¿Qué nivel de educación poseen? ¿Cuántos años llevan viviendo en el país? ¿Piensan regresar a Haití? ¿Qué proporción está desempleada? ¿Cuánto ganan? ¿Envían remesas a Haití? Finalmente, a la luz de la polémica sobre si son haitianos o dominicanos, ¿cuántas personas hay en el país de padres haitianos pero nacidas en República Dominicana?
Esas interrogantes, tan importantes, y sobre las cuales tanto se ha especulado, ahora tienen respuestas gracias a la primera encuesta nacional de inmigrantes efectuada el año pasado por nuestra Oficina Nacional de Estadísticas.
¿Cuántos son?
Muchos políticos dominicanos, sobre todo los de derecha, han planteado públicamente que en el país hay un millón de haitianos. La encuesta evidenció que tan sólo 458,233 personas residentes en el país nacieron en Haití lo que representa apenas un 4.7% de la población total. Eso quiere decir que aproximadamente una de cada veinte personas en el país nació en Haití. Un 65.4% de los inmigrantes haitianos son hombres. Mientras un 74.5% de la población en la República Dominicana ya vive en zonas urbanas, el porcentaje de haitianos es de 65.1%. Hasta hace unos 30 años la presencia haitiana estaba casi totalmente concentrada en los bateyes de los ingenios azucareros. Hoy en día residen mayormente en nuestras zonas urbanas.
Unas 209,912 personas nacieron en el país pero de padres haitianos. Esa es la cantidad que antes de las modificaciones legales podían alegar que eran dominicanos, pero que después de esas modificaciones el Estado dominicano les niega esa nacionalidad. Consecuentemente, la cantidad de haitianos residentes en el país, más las personas nacidas en el país pero de padres haitianos asciende a 668,145, equivalente a un 6.9% de la población total. (Gráfica 1).
La población haitiana está compuesta mayormente por personas de entre 20 y 24 años de edad. Se trata, pues, de gente joven. El 39.9% de la población nacida en Haití declaró estar unida conyugalmente; un 13.1% se declaró casada y un 39.1% soltera.
Documentación
Un 92.6% de los haitianos declaró poseer actas de nacimiento haitianas y un 51.9% señaló portar cédula de identidad haitiana. Un 37.8% indicó tener pasaporte. Hace diez años, en un estudio realizado por Rubén Silié, Carlos Dore Cabral y Carlos Segura, una tercera parte de los haitianos dijeron no contar con ningún documento haitiano que los identificase. Ahora esta encuesta indica que sólo un 7.4% no cuenta con documentos de identificación.
Nivel de educación
El 22.3% de los inmigrantes haitianos reportó no haber ido nunca a la escuela, pero un 47.8% pasó por la primaria, un 21.6% por la secundaria y un 5.9% por la universidad. Hace diez años en el antes citado estudio tan sólo un 16% iba a la escuela. En la actualidad el nivel de educación de los haitianos es más bajo, pero no mucho más bajo que el de los dominicanos (gráfica 2).
Un 76.2% de los haitianos señaló que ya tenían familiares o amigos en la República Dominicana antes de emigrar. Este éxodo está compuesto por personas que llegaron recientemente, pues el 29.1% viajó entre el 2010 y el 2012 y sólo un 16.3% antes del año 2000. Un 47.1% de los haitianos declaró que tenía la intención de permanecer en el país contra un 32.3% que pensaba regresar a Haití. Un 82.4% reportó que antes de emigrar residía en Haití en una ciudad grande, mediana o pequeña, contra un 16% que había vivido en el campo. Se trata pues de una migración procedente de zonas urbanas, y que se traslada a zonas urbanas dominicanas.
Empleo
La tasa de desempleo abierta se situaba en un 12.3% para los inmigrantes haitianos, en comparación con el nivel de 6.5% entre los dominicanos. Pero existe una fuerte diferenciación por sexo, pues mientras un 80.9% de los hombres haitianos reportaron estar ocupados, sólo un 48.9% de las mujeres dieron esa respuesta. Un 35.7% de los hombres y mujeres reportaron dedicarse a la agricultura y a la ganadería, un 25.9% a la construcción y un 16.5% al comercio al por mayor y al menor. Tan sólo un 3% dijo que trabajaba en hoteles y restaurantes. Eso coincide con el dato anterior de que los haitianos viven esencialmente en ciudades. Sólo en el Cibao, en el norte y en el sur fue mayor la población dedicada a la agropecuaria con relación a la que se dedica a la construcción. En el este, donde opera la gran mayoría de los ingenios, apenas un 12.5% trabaja en el sector agropecuario contra un 36.8% en la construcción, presumiblemente en los desarrollos turísticos de La Romana, Punta Cana y Bávaro. Casi la mitad de los hombres haitianos gana entre RD$5,000 y RD$10,000 al mes. Sólo un 20.2% gana menos de RD$5,000. Los sectores donde los haitianos ganan más son en el comercio al por mayor y menor, el transporte y almacenamiento y la construcción. Donde menos dinero ganan es en la agricultura y la ganadería.
Estado Civil
La gráfica No.3 compara el estado civil entre los inmigrantes haitianos y la población dominicana. Dado que los haitianos representan una inmigración mayormente de jóvenes es lógico que la proporción de solteros sea más alta entre ellos. No parece existir mucha diferencia entre la proporción de casados y unidos.
Remesas
El 44.7%, es decir casi la mitad de los inmigrantes haitianos, hombres y mujeres, reportaron que enviaba dinero fuera del país. Limitando la pregunta a aquellos que trabajan, un 56.7% de los haitianos reportó que enviaba remesas. En el área de la construcción un 65.3% reportó que las enviaba. Un 53% de los que se dedican a la agricultura y ganadería también las envían. Los inmigrantes haitianos remesaron en promedio US$616.06 durante los últimos doce meses previos a la encuesta. Los destinatarios principales son sus padres. Alrededor de un 61% hace llegar sus remesas a través de agencias remesadoras y transferencias bancarias y sólo un 38% utiliza canales informales.
Hace diez años un 78.8% de los migrantes afirmó que hablaba español, un 38.3% se declaró protestante, y un 41% católico, para un total de 80.1% de cristianos y tan sólo un 13.2% dijo que practicaba el vudú. Es probable que hoy día haya aumentado la proporción de los hispanoparlantes y se haya reducido la proporción de vuduistas.
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