martes, 26 de noviembre de 2013

Por la familia

La Iglesia Católica realizó en todo el país este fin de semana, al término del período por la fe, una caminata bajo el lema “Por la familia”, la cual concentró a miles de personas que caminaron en defensa de la familia, hoy día acosada por una serie de males que atentan contra su integridad y sus delicadas funciones sociales. En el caso de Santiago la manifestación se inició en cada parroquia desde donde desfilaron los feligreses hasta el Multiuso de la PUCMM, lugar donde se celebró una misa encabezada por el Arzobispo Monseñor de La Rosa y Carpio.
    
“Por la familia” fue una actividad que aglutinó a una gran feligresía cristiana en medio de un ambiente cargado de amenazas que sacuden la vida familiar y que afectan su normal desempeño. Como se sabe la familia, la escuela y la comunidad vecina, son espacios de formación integral de la persona humana y social, de modo que ésta se integre a la sociedad de forma positiva y en capacidad de observar una buena conducta que garantice el orden social. Esa función básica de la familia se ha visto diluida por efecto de los cambios traídos por la transformación del país, los cuales han descompuesto la estructura de la familia alterando los roles tradicionales de padre, madre e hijo y de la parentela que forma parte de la familia misma. 
    
Esos cambios han hecho que hoy se hable de la no familia y los mismos son manifestaciones de esa  descomposición: el embarazo temprano de niñas  y adolescentes; el divorcio y la desestructuración de la familia y su destriangulación; y la violencia intrafamiliar con su secuela de violaciones sexuales, feminicidio  y la violencia de género. Esos males de la familia de hoy  a diario provocan hechos horribles que hablan del grave problema  que vive la familia como parte de la descomposición social y de la pérdida de los valores que antes cohesionaban la vida social.
    
Por eso las caminatas propiciadas por la Iglesia “Por la familia” constituyen expresiones de una movilización que reclama la necesidad de un reordenamiento que permita que la familia se readecue al nuevo medio social provocado por los cambios de la modernidad, pero de modo tal que pueda recuperar sus funciones básicas de formación integral del sujeto social, a fin de que la familia contribuya a la creación de un orden social que asegure la buena convivencia entre los miembros de la colectividad.
¡El caos actual impone el reforzamiento de la familia dominicana!

Nueva conciencia

Para que la reorientación de la familia sea posible es necesario también que el Estado defina políticas públicas de empleos, de educación y de servicios públicos que fortalezcan la vida familiar y comunitaria de los dominicanos. Entonces, estas caminatas no sólo han de fortalecer la cultura edificada en torno a Cristo y su mensaje, sino también en torno a una conciencia político social que se dirija a la creación de las condiciones que garanticen la vida en abundancia y en calidad, así como la preservación del medio ambiente donde se da la vida misma.
¡Caminemos por la familia y una mayor conciencia social!

0 comentarios:

Publicar un comentario