Sentada en mi sofá para mi chocolatito matutino de los domingos, mi mirada se posa en mis libros preferidos... esos que lees y dejas a la mano porque te encantaron y sabes que pueden servirte de consulta en cualquier momento.
Con el deseo de cargar las pilas, reviso y encuentro el tesoro de “Los cuatro acuerdos”, de Miguel Ruiz. Un libro sin desperdicio que nos da en sus 152 páginas la verdadera esencia del crecimiento personal.
Al hojearlo llegan a mi mente sus enseñanzas y algo me empujó a colocarlo en mi maletín, pues ya debía de empezar los preparativos de mi salida para el periódico.
Horas más tarde, sentada en mi escritorio y lista para empezar a escribir estas líneas, entendí que la columna de hoy debo dedicarla al primer acuerdo, pues normalmente no lo ponemos en práctica.
“Sé impecable con tus palabras” es uno de los acuerdos personales más importantes y difíciles de cumplir, pues muy pocos nos detenemos a pensar antes de hablar, pues no entendemos que con ellas tenemos el don de hacer feliz a otros o el defecto de dañarlos.
En su libro, Sánchez nos dice que debemos ser impecables con nuestras palabras porque ellas constituyen el poder que tenemos para crear. Son una fuerza; constituyen el poder que tenemos para expresarnos y comunicar, para pensar y crear los acontecimientos de nuestra vida.
Son herramientas poderosas y, según como las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que imaginas. Recuerda: toda la magia que posees se basa en palabras. Piensa antes de hablar.
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