Con el tiempo, la Policía Nacional con sus asesinatos indiscriminados con justificación o no, tratan de hacer justicia con sus manos. Es alarmante. Lo peor, es que la reforma y el saneamiento a estas autoridades todavía pendiente brilla por su ausencia. Vienen y van jefes de la Policía y nada ocurre. Sólo la agresividad aumenta.
Sus actuaciones son divulgadas a través de los diversos medios de comunicación, y redes sociales, en el que los dominicanos se sienten no sólo desprotegidos, sino con miedo a enfrentarse a estos hombres, con una susceptibilidad volátil. Las críticas de la ciudadanía no se han hecho esperar.
Es una situación vergonzosa. La agresividad exhibida es sólo cuando les conviene, en otros casos en los que debieron de ser más autoritarios, imponer el orden, hacerse sentir y defender, ocurrió o se dejó pasar lo que nunca debió de acontecer. Incomprensible!
En ese sentido, desde hace años se viene hablando de una “reforma policial”. Incluso recientemente, se redactó una posible “reforma” pero fue devuelta a las autoridades pertinentes para ser reformulada. No estaba bien construida, tenía errores, pero hasta hoy no se ha sabido nada más al respecto.
Urge, reformar y sanear desde abajo hasta arriba la Policía. Para nadie es un secreto que muchos de sus miembros están metidos en asuntos delictivos, y exhiben conductas indeseables. El aumento de la violencia en nuestro país, no sólo se castiga matando a los delincuentes como dijo un “diputado” hace un tiempo. Esta deseada reforma policial hay que contrarrestarla con otro factor vital para que los presuntos delincuentes cumplan su pena, un poder judicial independiente, diáfano y sin clientelismo. Con jueces y fiscales que dicten sentencias verosímiles, correctas y sin favoritismos. No que se pasen la vida dictando “medidas de coerción” de tres meses, frente a actos demenciales.
El objetivo de la Policía y demás fuerzas del orden, no debe ser matar por matar, ni caminar con gatillos alegres y sin miramientos. También, es oportuno abogar por una mejora en los sueldos de estos hombres y mujeres para que puedan ejercer su trabajo con incentivos y sin distracciones extras de ningún tipo, y por supuesto, someter a todo sus miembros a pruebas de acceso sicológicas y fiables. Análisis que no sólo sean para ser miembro del cuerpo del orden, sino también que sean pruebas ininterrumpidas durante el desempeño de sus años de servicio.
La reforma y el necesario saneamiento en la institución policial ha sido demandada por la sociedad en anteriores ocasiones. Si esto no cambia continuaremos en la senda de vivir en un país sin leyes y sin protección de ningún tipo, ni de aquellos que se supone deben protegernos. Aquí impera el poder del arma y del dinero.
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