Por Leonora Gutierrez.-
Este es un tema que he decidio tratar por entender que en este tiempo urge una revisión de conducta o comportamiento a lo interno de cada persona, pues como entes de la sociedad no estamos midiendo las concecuencias de nuestros actos y de que forma afectamos a los demás en nuestro diario accionar.
Se puede ser íntimo sin ser invasivo, el individualismo, la independencia de criterios y el respeto a las libertades personales son solo algunas de las reglas y condiciones básicas que deben imperar en la sociedad para ser respetados y respetar el vínculo tan sagrado de la amistad y mantener dicha relación de forma sana y fructifera en aras de una convivencia que sea sincera. No debemos jamás imponer nuestras ideas decisiones y (o) planteamientos sobre el critierio ajeno acosta de la amistad. Pués no sería amistad real sino condicionada y en ese sentido ya no valdría la pena usar esa palabra por carecer de condiciones y respeto a la persona en quien se desea imponer desiciones o planteamientos personales.
No siempre las amistades se originan en momentos buenos. Muchas veces, las situaciones menos favorables son propicias para forjar una buena relación, a diferencia del parentesco de la sangre en el caso de los familiares en los amigos es distinto pues a estos se les elije o no a corde a nuestra voluntad. El respeto, el apoyo, saber escuchar y compartir tus alegrias y llorar tus penas, que no surgen de un compromiso u obligación es base para cocechar uno de los sentimientos mas nobles y sinceros que no son tan faciles de encontrar y son tan poco común hoy día.
martes, 1 de octubre de 2013
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