Por Lic. Jordi Veras Rguez.
Hay circunstancias que la vida te coloca en el camino a la cuales requieren que le ofrezca una respuesta distinta. O existen momentos en que no has podido decidir, por temor, por decidia, por apatía o por mantener una situación de acuerdo a la “conveniencia”, y no tomas esa decisión o cambiar la actitud. Es ahí donde requieres de esa fuerza interior para realizar cosas nuevas en tu vida.
Hay situaciones que requieren que dejes de estar utilizando las mismas maniobras para salir de los mismos problemas y situaciones. A veces necesitas asumir otras modalidades contigo mismo, quizás ser más flexible contigo mismo, no ser tan duro para que en forma relajada puedas encontrar las salidas que mantienes cerradas por tu siempre forma de ser. Si haces de la vida siempre el pensamiento de que nada tiene sentido o de que no tienes propósito del por qué luchar, permanecerás haciendo lo mismo y no buscaras cambiar porque crees que en ti no está el problema. Debemos pedir el que en situaciones donde no tenemos salida o creemos no tenerla, podamos buscar en el Creador y en nuestro interior, esa fortaleza para cambiar de rumbo, de pensamiento y de hacer cosas distintas que nos lleven a nuevas respuestas.
No es adoptando una actitud de rebeldía hacia los demás o ante los que desean darte la mano o ante el Altísimo, por eso que hoy buscamos superar, pero que no hemos podido; ese problema en nosotros que nos ha destruido como ser humano o que he logrado derrumbarnos; es logrando cosas distintas de nosotros mismos.
Asumiendo otras actitudes que no hemos explorado pero que estamos conscientes que cómo vamos no obtendremos ningún cambio a nuestro favor.
Siempre habrá una excusa para declinar y no seguir adelante con una lucha, tarea o compromiso determinado, pero siempre también habrá la oportunidad y esperanza dada por el Altísimo, para levantarte y hacer cosas mejores y un mayores que las esperadas.
A veces es no creer que la vida se ha ensañado contra nosotros, sino que no hemos tomado las decisiones y actitudes correctas ante ellas y ante ti mismo. Lo bueno de la vida es que pensemos que siempre, Dios espera de nosotros la actitud y respuesta correcta para enfrentar lo que ella nos depara, que tenemos siempre la decisión en nuestras manos de ser mejores seres humanos y que enfrentemos con valor, las decisiones que exigen las circunstancias y el momento.
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martes, 1 de octubre de 2013
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