Desde el principio de la creación el hombre ha procurado organizarse para luchar por la defensa de sus intereses contra aquellos entes que atentan contra los mismos. De ahí que surjan las diversas organizaciones civiles y sociales para vigilar sus derechos y lograr los objetivos que promueve el bien común. Una de esas entidades son las juntas de vecinos, las cuales son de vital importancia ya que las mismas constituyen una voz de la comunidad y son pues el micrófono a través del cual se externan las diversas necesidades que aquejan a particulares y grupos de una demarcación determinada.
Ahora bien dado su rol y la importancia que tienen las mismas es relevante que para mantener su credibilidad y el poder social que la misma función les ha otorgado se mantengan imparciales y opten por cumplir su misión.
Lamentablemente la sociedad dominicana aún no ha superado ciertos niveles de inmadurez colectiva que le conducen a vulnerar y por ende a degrade el rol de algunas entidades sociales, el amiguismo, la preponderancia del dinero y el poder y otros factores inclinan la balanza en favor en detrimentos de otro y esto se traduce en la pérdida de la credibilidad y por ende del alcance de tan importante organización civil.
Es prioritario que redefinan su rol y no se dejen usar como marionetas firmando cartas en favor de personas cuyo delito es probado y para ayudar a aquellos que pretenden vulnerar el derechos que constitucionalmente una persona ha adquirido.
Al definir su papel su credibilidad se fortalecerá y gozarán de mayor aopoyo de los ayuntamientos y de cada uno de los miembros de la comunidad para resolver los problemas del sector.
0 comentarios:
Publicar un comentario