martes, 3 de septiembre de 2013

Presidente Medina, su despacho

Por Nurys Rivas


Usted ha expresado unas palabras capaces hasta de emocionar, una parte de su discurso no puede discutirse, sobre todo lo de las banderías políticas y las visitas sorpresa, solo que al ser como usted mismo afirma, “sorpresas”, solo los que se encuentren cerca, tienen oportunidad de acercársele. 
    
Usted disculpará, pero discrepo en algunos puntos y en verdad me encantaría que alguien me diga que estoy errada y me lo demuestre, por ejemplo, no creo que la gente necesitada esté elevando su calidad de vida.    
    
Aplaudo su gesto de humildad porque de esa manera, el pueblo siente que se le toma en cuenta. “Como ellos no pueden ir al Palacio, yo vengo donde ellos”, esta frase se me parece mucho a la parte del Evangelio, cuando Cristo dice, “Dejad que los niños se acerquen a mí, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos”. 
    
Es una buena filosofía, difícil de cumplir sin embargo, ya que no bastaría con visitar obras una vez a la semana, sino que para que exista equidad. No olvide que los votos se cuentan por igual, pero deben valorarse especialmente aquellos que para llegar a la urna, desafían grandes retos y otra vez sin ser tan religiosa, recuerdo la cita bíblica de la viuda que dio de limosna unas pocas monedas, único caudal que poseía, así actúa la gente de tierra adentro, va a darle el voto aunque venda la única gallina de su patio.
    
Lo ideal es que no solo usted, sino todos los presidentes actuaran con humildad y apego a las normas cristianas, apoyando a los que más necesitan, al corazón de ese pueblo al que acuden en cada campaña electoral, se meten en sus viviendas humildes y se toman su café claro y amargo, para entrar en confianza le anotan un número de celular que alcanzado el poder, cambian de inmediato y “si te vi, no recuerdo”. 
    
Un consejo Presidente Medina: no se valga de terceros, generalmente, con honrosas excepciones,  los que más cerca están de usted, son los que menos hacen para que la gente llegue a usted, permitiéndole poner  en práctica sus buenas intenciones.
El pueblo, usted y yo sabemos que para que sus palabras se hagan realidad, lo primero es poner en práctica estas palabras pronunciadas por usted: “Yo quiero hacer un Gobierno abierto y plural para todos, con todos, al servicio de todos los dominicanos en general. 
    
Tomando en cuenta la posición de su investidura, hay que entender que no puede estar recibiendo a diario, ni tampoco “sorprendiendo” con su presencia, ya que tiene muchas otras obligaciones, una buena solución sería la creación de un correo electrónico mediante el cual, la gente pueda escribirle y que alguien con suficiente honestidad le entregue aquellos mensajes que por su contenido, merezcan su atención personal, que nadie se atreva a decidir por usted, sin recibir antes una orden para hacerlo.
Presidente, si ganó la presidencia, significa que usted ya está en el corazón de su pueblo, no nos defraude, necesitamos un presidente que nos dé la cara, que si tenemos que hablarle, nos escuche, nosotros somos importantes, tanto como sus ministros.
    
Usted va bien, pero puede y debe mejorar, no desdeñe los consejos que le damos, recuerde que somos el pueblo y somos por consiguiente, los sentimos en carne propia las actuaciones positivas o negativas de la gente que nos gobierna.  

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