El Gobierno asegura que después de los simulacros realizados previos al lanzamiento del 911, su éxito está asegurado. Se trata de un renovado sistema que pondrá en movimiento de forma articulada a las instituciones públicas para ofrecer servicios de emergencia rápidos, oportunos y eficaces a través de una simple llamada al 911. El entusiasmo del gobierno es tal que se vaticina que el sistema originará un cambio radical, (¿otra revolución?), en la cultura del servicio público en el país.
¡Oh, que así sea!
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