Resolver el problema del consumo de energía de los celulares, inteligentes o no, se ha convertido en uno de los primeros puntos en las agendas de investigaciones de las principales empresas fabricantes de estos aparatos.
La competencia por ser los primeros en solucionar este problema ha puesto a las mentes científicas más brillantes a nivel tecnológico a buscar las alternativas más viables por increíbles que parezcan.
El problema de consumo de energía en los smartphones (teléfono “inteligente”) principalmente se ha visto más acentuado por el tamaño de la pantalla, la capacidad de conectarse a Internet y los dispositivos para tomar fotografías y reproducir música y vídeos.
Aunque quizás el consumo de energía es mayor al descargar aplicaciones que instalamos, más aún si se trata de programas con funciones ligadas al GPS, 3G, Wi-Fi, giróscopo, acelerómetro o similares, ya que utilizarán hardware específico para poder procesar los datos recibidos y exhibirlos.
Desplazando a la energía solar como medio idóneo para cargar celulares algunas empresas hablan de sus avances en usar el movimiento del cuerpo mientras caminamos, para estos fines.
Científicos en Estados Unidos han desarrollado una tecnología basada en la nanotecnología, que convierte en electricidad las vibraciones de baja frecuencia generadas por las personas en movimiento.
Esta invención fue presentada en la 237 reunión anual de la American Chemical Society en Salt Lake City (oeste de EE.UU.) por científicos del Instituto de Tecnología de Georgia. Los investigadores, encabezados por el inventor Zhong Li Wang, han logrado captar la energía del entorno convirtiendo en electricidad vibraciones de baja frecuencia como los movimientos del cuerpo, el latido del corazón y hasta el viento.
Funcionamiento
Para adquirir energía en este sistema se utilizan nanocables de óxido de zinc, cuyo diámetro es una vigésimoquinta parte del de un cabello humano y que son piezoeléctricos, es decir, que generan una corriente eléctrica cuando son sometidos a una presión mecánica.
Según Wang, la ventaja de esta tecnología es que los nanocables pueden fijarse con facilidad a muchos tipos de superficies, por lo que los nanogeneradores funcionan en el aire o en un medio líquido si su envoltorio es el adecuado.
Aunque no se tiene un calendario para comercializar la patente, Nokia ha sido la primera empresa que ha registrado una patente de una batería para teléfono móvil que se recarga con el movimiento del cuerpo. El invento también sería aplicable a computadoras y otros tipos de aparatos, como lectores de MP3 y libros electrónicos.
La patente de Nokia se sitúa dentro de un marco y la corriente eléctrica se crearía cuando fueran comprimidos por el marco al moverse el propietario del teléfono. La energía creada cargaría la batería a través de un condensador.
Otra opción podrá ser cargar el celular con el calor del cuerpo humano.
Un grupo de científicos alemanes está desarrollando una tecnología que servirá para transformar la temperatura corporal en energía y permitirá, entre otras aplicaciones, recargar la batería del móvil con el calor de la mano. Los investigadores del Instituto de Circuitos Integrados Fraunhofer, en Alemania, dicen que ésta generación de energía se consigue "simplemente, gracias a las diferencias de temperaturas entre ambientes cálidos y fríos".
La transformación en energía se logra a partir de los mismos principios por los que funciona un generador termoeléctrico, dispositivo que en su forma tradicional es capaz de producir hasta 200 milivoltios.
Hasta ahora los científicos han conseguido crear circuitos eléctricos que consiguen producir 50 milivoltios con el calor humano como única fuente de energía.
En un futuro no lejano cargar un dispositivo electrónico será
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