Santiago. Edmond Joseph vio morir a su padre, su novia y varios parientes, y su madre quedó en silla de rueda con el terremoto sucedido el 12 de enero del 2010 y que ahondó la ya difícil situación en Haití.La carrera universitaria que cursaba en Puerto Príncipe tuvo que ser abandonada, pero jamás su sueño de convertirse en profesional.
Para lograr salir adelante, de una vida acomodada, ahora Edmond limpia calzados por las calles de Santiago lo que le permite cursar las dos carreras técnicas que comenzó a estudiar.
Pese a que habla inglés, francés y español con mucha fluidez, este joven de 28 años de edad ha tenido que enfrentarse a la cruda realidad de ser inmigrante haitiano.
“He tenido que pasar momentos difíciles pero no me avergüenza limpiar zapatos o hacer otra labor para sobrevivir, lo que quiero es completar mi meta de convertirme en un profesional y así poder ayudar a mi madre y llevar una vida más digna”, expresa Edmond Joseph al hablar con reporteros de elCaribe.
Deseos de avanzar
Cuando recuerda la muerte de su padre Eduardo, quien quedó entre escombros con el pasado terremoto que azotó a su país, solo le viene a la memoria los buenos consejos de su progenitor para seguir hacia adelante.
De su madre, lo poco que consigue aquí en Santiago, limpiando botas, lo comparte con ella.
En el instituto Everest, Joseph está a punto de terminar la carrera de farmacología, donde pretende graduarse el 20 de abril.
Su otra pasión es la tecnología, por lo que hace unos meses comenzó a estudiar informática en el instituto ITEVO.
Su sueño es terminar ambas carreras a nivel universitario como lo inició en Puerto Príncipe, pero para eso espera una mano amiga.
Para lograr salir adelante, de una vida acomodada, ahora Edmond limpia calzados por las calles de Santiago lo que le permite cursar las dos carreras técnicas que comenzó a estudiar.
Pese a que habla inglés, francés y español con mucha fluidez, este joven de 28 años de edad ha tenido que enfrentarse a la cruda realidad de ser inmigrante haitiano.
“He tenido que pasar momentos difíciles pero no me avergüenza limpiar zapatos o hacer otra labor para sobrevivir, lo que quiero es completar mi meta de convertirme en un profesional y así poder ayudar a mi madre y llevar una vida más digna”, expresa Edmond Joseph al hablar con reporteros de elCaribe.
Deseos de avanzar
Cuando recuerda la muerte de su padre Eduardo, quien quedó entre escombros con el pasado terremoto que azotó a su país, solo le viene a la memoria los buenos consejos de su progenitor para seguir hacia adelante.
De su madre, lo poco que consigue aquí en Santiago, limpiando botas, lo comparte con ella.
En el instituto Everest, Joseph está a punto de terminar la carrera de farmacología, donde pretende graduarse el 20 de abril.
Su otra pasión es la tecnología, por lo que hace unos meses comenzó a estudiar informática en el instituto ITEVO.
Su sueño es terminar ambas carreras a nivel universitario como lo inició en Puerto Príncipe, pero para eso espera una mano amiga.
En espera de una oportunidad para crecer
Sus habilidades bien podrían permitirle laborar en un call center, o enseñar idiomas, por lo que solo permanece a la espera de una oportunidad.
La alegría por la vida contrasta sus vicisitudes, aunque dice que por ser un hombre positivo ha logrado salir hacia adelante.
Joseph tiene como meta echar hacia adelante para ayudar a su madre.
La alegría por la vida contrasta sus vicisitudes, aunque dice que por ser un hombre positivo ha logrado salir hacia adelante.
Joseph tiene como meta echar hacia adelante para ayudar a su madre.
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