lunes, 29 de abril de 2013

El Periodismo Ciudadano llegó para quedarse




Por: Martin Heredia

El ciudadano, el ser humano, tiene derecho a comunicarse por cualquier medio que pueda, de acuerdo la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero, ¿Cuándo se convierte peligroso? ¿Puede ser peligrosa información no verificada?

Meses atrás, en julio del 2011 para ser exactos, circuló un rumor en las redes sociales de la muerte del histórico delantero de la selección ecuatoriana de fútbol Agustín “Tin” Delgado. Esta información resultó ser falsa pero preocupó a muchos y movilizó a un sin número de periodistas deportivos para confirmar la información.

“Muchas veces el periodismo se confunde por chismes como lo que pasó con El Tin (Agustín) Delgado, cuando alguien lo mató por Twitter, y causó un revuelo en todos los medios. Fue una broma de mal gusto” recuerda David Espinoza, periodista deportivo del portal futbolecuador.com, de la falsa información que apareció en la red social Twitter.

En las aulas nos enseñan que el periodista debe tratar de ser lo más objetivo posible, aunque todos sabemos que siempre habrá algo de subjetividad en todo lo que hacemos, pero antes de publicar cualquier noticia siempre, SIEMPRE, se debe verificar la veracidad de la información. Si una fuente no es confiable, preferible no seguir con la noticia. Uno aprende a cuidar a la verdad, y más aún a la reputación de uno mismo, que en el periodismo es esencial.

Marco Fuentes es productor, periodista y comentarista en Radio La Red, medio deportivo de la capital ecuatoriana. Él, como muchos, piensa que para que una publicación sea “periodística tendría que ir de la mano con aspectos como la verificación de fuentes, contrastar fuentes y elementos que no están a la mano de todos”.

Es un deber social el que tiene el comunicador, de informar a la ciudadanía de manera ética y verosímil. Es un compromiso que debe ser tratado con el más alto respeto. Alfonso Espinoza es editor de la Revista Q, revista pública gratuita del Distrito Metropolitano de Quito, y catedrático universitario. Reconoce que las redes sociales están cambiando la manera que se hace periodismo.

“Todo el periodismo (que merezca el nombre) es ciudadano: es participativo, consciente, ejerce derechos, facilita que otros derechos se cumplan. Pero no todos los ciudadanos son periodistas, ni tienen por qué, aunque en tiempos de las redes sociales (pensar en la Primavera Árabe) esto parece estar cambiando” señala Espinoza en cuanto al papel del ciudadano en el periodismo.

La pregunta se mantiene, el periodismo ciudadano, ¿cuánto tiene de ciudadano y cuánto de periodismo? Para Mariela Bellettini, egresada de periodismo de la Universidad de las Américas y comunicadora del Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia, es más ciudadano que periodismo puesto que lo fundamental pasa por la formación del informador.

“Es mucho más ciudadano que periodismo. El ciudadano no entiende que su opinión personal no cabe en este oficio. Mal asumen que todos piensan como él o ella. He ahí la importancia de la formación y/o el buen criterio” opina Bellettini sobre el periodismo ciudadano.

Como existen opositores, también hay personas que se dedican a esto. María Paula Moreno es una joven periodista ciudadana que a través de su cuenta de Twitter,@mpmorenoc,  publica información que pueda interesar a sus seguidores. Ella sostiene que “cualquier persona puede ser reportero ciudadano. Debe manejar las redes sociales, la tecnología y tener fidelidad con sus seguidores”.

Existen entusiastas y detractores del periodismo ciudadano pero lo único cierto es que es una rama de la comunicación que llegó para quedarse. No solo se quedará sino que evolucionará conforme las nuevas tecnologías y espacios de comunicación sigan avanzando y apareciendo. Lo único que se puede hacer es intentar ser responsables con la información, éticos y cuidar los intereses de la ciudadanía, de los lectores.

0 comentarios:

Publicar un comentario